17 abril 2006

LECCIONES DE LA ELECCION CONGRESAL

No debería sorprendernos el resultado de la elección congresal en Loreto. En cierto modo, con las obvias variaciones del caso, pronosticamos un escenario bastante parecido seis semanas atrás en esta misma columna. Aún no había aparecido el fenómeno Valentín Paniagua y no se precisaba el importante avance de Restauración Nacional, pero dábamos por descontado que entre cuatro agrupaciones se iban a repartir las tres curules que a nuestra región corresponden en el Parlamento.

Pues bien, los resultados se han confirmado. Con dos de tres personajes asegurados y con una incógnita en el candidato del otro partido que asegurará su curul. A estas alturas del conteo electoral es claro decir que tanto Víctor Isla (UPP) como Mario Peña (Frente de Centro) serán próximos congresistas. En el APRA, la lucha es palmo a palmo entre Augusto Vargas y Enrique Pinedo. Unidad Nacional (a quien considerábamos posible y encarnizado contrincante) se ha desplomado al quinto puesto de las preferencias. A pesar de las buenas votaciones, ni Restauración Democrática ni Fuerza Democrática podrán llevar algún representante a Lima debido a la valla electoral nacional.

En principio debemos decir que en los tres casos de las agrupaciones que han ganado ha funcionado el voto de arrastre. La evidencia palpable la tenemos en la agrupación de Paniagua, cuyo gran 20% en la votación lo ha catapultado a dejar fuera de carrera a Unidad Nacional. Y en ese sentido, la alta votación de Peña (duplicando casi la de su más cercano compañero de lista) demuestra que era el único candidato apreciable por el electorado para representar al ex presidente del gobierno de transición.

En UPP las cosas son casi las mismas. Lo que sí creemos es que la sorpresa de Ollanta Humala apenas raspando el 30% en la votación presidencial ha afectado a sus candidatos congresales. Isla, el más votado de la lista más votada, apenas tiene la cuarta votación más alta a nivel preferencial. Y sus votos han sido cercanos a los de su compañero de lista Américo Menéndez. Eso implica que no necesariamente la unión del humalismo y el Bloque Popular Amazónico ha sido un buen negocio electoral, aún cuando el arrastre del candidato presidencial es evidente (aunque muy por debajo del que en su momento tuvieron otros candidatos líderes como Belaúnde, García, Vargas Llosa, Fujimori y Toledo).

En el APRA la lucha es dramática, aunque los resultados permiten destacar que el médico Pinedo García le lleva una ventaja casi irreversible a Vargas Fernández. Evidentemente, creemos que si hubiera ido en la lista la enfermera Clara Bustamante en lugar de la decepcionante Flor de María Rojas, otro hubiera sido el cantar, además de los evidentes anticuerpos que el teniente alcalde de Maynas genera en el electorado, incluso el aprista.

Párrafo aparte nos merecen los dos candidatos más votados a nivel preferencial, pero cuyos partidos minúsculos no permiten avizorar una victoria debido a la valla electoral. Son los de Norman Lewis (FD) y Alfredo Yong (RN). Con este resultado, Lewis ha mostrado su enorme fuerza, el poder de convocatoria que maneja Fuerza Loretana en la región, además un certificado de legitimidad y una victoria efectiva y moral contra esa desatinada y torpe decisión judicial que lo llevó a injusta prisión. Desde la cárcel, ha generado un nivel de solidaridad con el electorado que lo coloca en personaje influyente para futuras contiendas de este tipo. Lewis acaba de adquirir un peso inimaginable en la política local y, con ello, un repudio masivo a las intrigas que quisieron verlo derrotado de antemano. Finalmente, lo de Yong, nos sorprende. El candidato congresal más votado hasta el momento es un ilustre desconocido, movido por el enorme poder de arrastre del pastor Humberto Lay y por la férrea consigna de su grupo religioso. En algún momento volveremos con el análisis de ese fenómeno específico, que tanto tiene de sociología, misticismo y adivinación.

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