La FDA, la agencia federal estadounidense que regula los productos alimentarios y farmacéuticos, considera que no existe base científica alguna que justifique un uso medicinal de la marihuana, en un comunicado publicado el viernes en su sitio en internet.
La FDA contradice así las conclusiones de un grupo de médicos que integran el prestigioso Institute of Medicine (IOM), que había considerado en 1999 que la marihuana podría "ser moderadamente útil para reducir algunos síntomas, como las náuseas y los vómitos, causados por las quimioterapias en los cancerosos o la anorexia de las personas enfermas de sida".
Según la FDA, "ningún estudio científico serio demuestra la utilidad médica de la marihuana" para tratamientos en Estados Unidos y ningún dato humano o animal apoya la inocuidad o la eficacia de la marihuana para un uso médico general".
Además, "hay sólidas indicaciones que ponen de manifiesto que fumar marihuana es nocivo", subrayó la agencia.
En total, 11 Estados norteamericanos autorizaron por referéndum o por votación de su Parlamento el uso de la marihuana para varios desórdenes médicos, como el sida, el cáncer, el glaucoma y la esclerosis múltiple, siempre bajo prescripción médica.
Pero la Corte Suprema estadounidense resolvió en 2005 volver ilegal el uso de la marihuana, autorizando al gobierno federal a arrestar a toda persona que utilice esta droga incluso por razones médicas en los Estados en que su uso se había legalizado, como California, por ejemplo.
John Walters, director del control estadounidense de estupefacientes y "zar de la droga" del presidente estadounidense George W. Bush, dijo que "a la fecha, la investigación científica no ha determinado que fumar esa planta es seguro o efectivo".
"Como sociedad civilizada, tenemos la responsabilidad de asegurar que los medicamentos que los estadounidenses reciben de sus médicos son efectivos, seguros y libres de políticas en pro de la droga que se promueven en Estados Unidos bajo la apariencia de medicamento", agregó.
La FDA contradice así las conclusiones de un grupo de médicos que integran el prestigioso Institute of Medicine (IOM), que había considerado en 1999 que la marihuana podría "ser moderadamente útil para reducir algunos síntomas, como las náuseas y los vómitos, causados por las quimioterapias en los cancerosos o la anorexia de las personas enfermas de sida".
Según la FDA, "ningún estudio científico serio demuestra la utilidad médica de la marihuana" para tratamientos en Estados Unidos y ningún dato humano o animal apoya la inocuidad o la eficacia de la marihuana para un uso médico general".
Además, "hay sólidas indicaciones que ponen de manifiesto que fumar marihuana es nocivo", subrayó la agencia.
En total, 11 Estados norteamericanos autorizaron por referéndum o por votación de su Parlamento el uso de la marihuana para varios desórdenes médicos, como el sida, el cáncer, el glaucoma y la esclerosis múltiple, siempre bajo prescripción médica.
Pero la Corte Suprema estadounidense resolvió en 2005 volver ilegal el uso de la marihuana, autorizando al gobierno federal a arrestar a toda persona que utilice esta droga incluso por razones médicas en los Estados en que su uso se había legalizado, como California, por ejemplo.
John Walters, director del control estadounidense de estupefacientes y "zar de la droga" del presidente estadounidense George W. Bush, dijo que "a la fecha, la investigación científica no ha determinado que fumar esa planta es seguro o efectivo".
"Como sociedad civilizada, tenemos la responsabilidad de asegurar que los medicamentos que los estadounidenses reciben de sus médicos son efectivos, seguros y libres de políticas en pro de la droga que se promueven en Estados Unidos bajo la apariencia de medicamento", agregó.
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