01 junio 2008

AMAZONICO SOY: UN DOCUMENTAL DE "CHEMA" SALCEDO

Un avión lleva a Nico rumbo a Pucallpa. Él mira a través de la ventana una ciudad que va dejando, una vez más, aunque la adore profundamente. Pero no tiene pena, no tiene pesar. Le brillan los ojos de emoción. Va a ver a su familia, a quien adora aún más. Aunque no puede tocar las ventanas con sus dos manos (porque carece de una de ellas y la otra la puede manejar con mucha dificultad) se encarama sobre el asiento, a pesar de sus piernas ausentes. Mira Iquitos, al mediodía, en una toma panorámica que lo abarca todo. Desde el aire, todo es chiquitito, inalterable, pacífico.

Nico, probablemente uno de los personajes más populares de esta metrópoli es conocido como “El Cortadito” (un apelativo que no tiene nada de irrespetuoso, sobre todo si es que el protagonista lo usa como signo de distinción). Su evidente discapacidad no le ha impedido convertirse en un animador constante y frenético de informales espectáculos al aire libre, en los cuales demuestra su talento innato para…el baile. Aunque suene increíble, Nico ha despuntado entre decenas de diferentes actores de la calle por sus extraordinarias dotes para moverse al ritmo de los diferentes ritmos musicales de moda. No puede pasar desapercibido. Su entusiasmo contagia, alegra y genera admiración.


De esa admiración, precisamente, surgió el interés de José María Salcedo, el “Chema”, periodista de larga trayectoria a nivel nacional, por considerar a Nico dentro del grupo de personajes protagonistas de “Amazónico Soy”, un documental de aproximadamente 90 minutos, grabado en escenarios urbanos y selváticos de Iquitos, con financiamiento íntegramente regional. El equipo de producción pertenece a Inkari Digital Films y tiene como su mayor exponente a Carlos García en la dirección de cámaras. El productor ejecutivo es Jaime Vásquez, periodista local, quien inicia una nueva aventura profesional con este proyecto.

La premisa básica del documental es crear un hilo conductor a través del cual se reproduzcan historias de un grupo de personajes muy ligados a la esencia local que reproduzcan adicionalmente una suerte de explicación de las particularidades espirituales que provoca esta región. Y en medio de un núcleo que mueve la historia de los niños y adolescentes de “La Restinga”, atraviesan alrededor de él la imagen de Christian Bendayán, Gino Ceccarelli, Rember Yahuarcani, Luis González-Polar, Ofelia Chávez, Huerequeque, el grupo Explosión, los exponentes del fulbito gay de Belén, llullamperos y otros seres cotidianos que han poblado su trabajo o su imaginería con el sello inconfundible del ser amazónico.

El inicio del rodaje se inició a finales de abril, con la recopilación de la procesión del Divino Niño Jesús de la Caja. Las primeras imágenes son simplemente extraordinarias. El crepúsculo (la hora crítica para las cineastas), la luz particular de Iquitos (mortecina/amarillenta) y un sinfín de velas y fuego le dan una textura intensa, casi beatífica ante la manifestación más acabada de adoración a un nuevo dios inventado.



“Chema” Salcedo, quien ha optado por el nuevo protagonismo audiovisual para expresar su creatividad (actualmente anda filmando en paralelo una película llamada “Asháninka”, rodada en la selva central), llegó la semana pasada a Iquitos para supervisar el rodaje final del nuevo documental. Sin embargo, en medio de tanta inspiración, su plan inicial de rodaje se ha multiplicado abrumadoramente.

“No sé qué voy a hacer con tantos personajes, todos tienen tanto qué decir y todos son tan atractivos que voy a tener un problemón en el momento de la edición”, me dice Salcedo, mientras las imágenes de Iquitos se multiplican de mil maneras en el monitor. Son mil colores, que transitan del verde intenso al amarillo mortuorio, pasando por el fucsia apasionado y el ocre autónomo y étnico de nuestra descendencia. Bajo la lente de García, el tráfico de Iquitos nocturno atraviesa como una caótica romería de luces sin orientación. Los amaneceres y atardeceres son intensos, deslumbrantes, infinitos. El realizador es consciente de que aún están una etapa inicial. “Hay que hacer varios arreglos, este es un borrador que hemos tenido que acondicionar para poder participar en concurso de financiamiento de proyectos y ver qué pasa.”

Esa incertidumbre no es una preocupación personal del “Chema”. El productor ejecutivo, Jaime Vásquez Valcárcel, director del diario Pro & Contra, ha trocado ahora el periodismo por el cine. “Siempre he tenido el interés por incursionar en este terreno y esta es una forma de ver cuánto podemos llegar a lograr”. La empresa no es fácil, dado que los costos son enormes. “Estamos hablando de más de cien mil soles”, me señala Vásquez, quien anda por estos días tratando de equilibrar su labor periodística y los empeños del diario con este documental. “La idea es que no sufra el periódico”, recuerda, quizás sabiendo que otros de sus intentos por brindar cultura a la ciudad (a través de la editorial Tierra Nueva o con las Semanas del Libro) no son de ningún modo rentables. “Estamos buscando todos los auspicios posibles, este es un esfuerzo enorme para difundir la Amazonía con calidad y talento”, acota, mientras me muestra el enorme préstamo que ha debido realizar con una entidad bancaria y el aviso de venta de su carro a fin de poder cumplir con el anhelo de ver la película exhibida a nivel nacional e internacional.

Se tiene como fecha tentativa de estreno de “Amazónico Soy” la última semana del mes de julio, coincidiendo con la V Semana del Libro de Tierra Nueva. “La calidad no está en discusión”, indica Vásquez, con mesurado optimismo. “Chema” Salcedo, entusiasta, en un alto de las filmaciones, mientras se toma un refresco con amigos, habla sobre la música que se usará en el documental. “Es de un chileno, extraordinario”, vocifera, mientras alrededor de él, la gente al mirarlo, lo reconoce, lo saluda, le muestra cariño. “Usted es más gringo de lo que parece en la televisión”, le indica un transeúnte. Todos reímos con facilidad.

La melodía principal será de Explosión y tendrá nombre homónimo al del documental, el cual filmarán en vivo en un conocido bailódromo local. Alguien recuerda a Raúl Vásquez, el monstruo de la canción loretana, y el “Chema” salta. Quiere poner “Natacha” como acompañamiento de alguna escena. Recuerda su reciente visita a “El Refugio”, el paraíso de los infieles. Se ríe. Vuelve a hacer cuentas, se entusiasma con la idea de entrevistar a Raúl como una figura estelar, saca cuentas, agita las manos, levanta la voz, se carcajea. Los ojos le brillan. Está inspirado, no cabe duda. La Amazonía lo ha envuelto con su manto.

PD: He aquí algunas imágenes del rodaje de "Amazónico Soy" para Pro & Contra TV, sobre el fulbito gay y sobre Nico.

1 comentario:

Amazilia Alba dijo...

El documental deberia llamarse "Charapa Soy". Muy interesante tu blog, me gusta mucho como nos muestra esa ciudad maravillosa que es Iquitos.
Saludos