Puedo decir con absoluta seguridad que M. Night Shyamalan alguna vez fue. Pero de esa sorpresa ya no queda nada. Fue solo un chispazo al aire, un Sexto Sentido que se quedó sin sentido. Fui a ver El fin de los tiempos (traducción al español de The Happening) y he salido francamente decepcionado. Pero, más aún, siento que lo del hindú con ínfulas de pitonisa hollywoodense no tiene remedio.
En principio, la película trata de jugar con el tema de la locura colectiva, de un ataque desconocido que fuerza a que le gente se autoelimine. Esto quiere ser pasado con el origen del mal, el preludio de una lucha apocalíptica por la supervivencia. Para variar, el escritor, director, productor, actor, doblista y asistente de su propia película (¿será esa dispersión la que destruye la calidad de su trabajo)se decide no dar ninguna pista del origen del mal, y sobre la base de ello busca que cada uno de los espectadores tome su propio camino de entendimiento.
Sin embargo, el camino que nos plantea Shyamalan es el de lo ya conocido en él, el barroquismo y la falta de ideas para redondear efectivamente el misterio o el suspenso que pretende elucubrar. Ese cine aparentemente elucubrado solo es una pose. Una pose para esconder su casi congénito defecto para arruinar una buena historia con sus divagaciones insospechadas.
La película no es mala (al fin y al cabo, alguien que hizo el Sexto Sentido no puede ser tan infame con la calidad visual y la técnica de sus películas), pero siento que es odiosa. No es aburrida (tiene escenas bastante logradas, sobre todo cuando las personas se infligen auto laceraciones). Pero es rimbombante, artificiosa, insostenible. Lo mejor que tiene es esa extraordinaria capacidad para jugar con el marketing y la publicidad de los miedos colectivos más profundos (es decir, harto merchandising). Luego de sus últimas películas (en especial ese bodrio llamado La dama en el agua), hay un progreso. Pero no una obra notable, ni siquiera una buena película. Aquello no puede quitarme la idea de que Shyamalan no es para nada un director que valga la pena considerar entre los aconsejables o recomendables para el futuro. Solo un cineasta más, como los cientos que pululan alrededor que quisieron hacerla dándoselas de "filosóficos" cuando carecen de capacidad y terminan siendo poco efectivos o insufriblemente comerciales.
En principio, la película trata de jugar con el tema de la locura colectiva, de un ataque desconocido que fuerza a que le gente se autoelimine. Esto quiere ser pasado con el origen del mal, el preludio de una lucha apocalíptica por la supervivencia. Para variar, el escritor, director, productor, actor, doblista y asistente de su propia película (¿será esa dispersión la que destruye la calidad de su trabajo)se decide no dar ninguna pista del origen del mal, y sobre la base de ello busca que cada uno de los espectadores tome su propio camino de entendimiento.
Sin embargo, el camino que nos plantea Shyamalan es el de lo ya conocido en él, el barroquismo y la falta de ideas para redondear efectivamente el misterio o el suspenso que pretende elucubrar. Ese cine aparentemente elucubrado solo es una pose. Una pose para esconder su casi congénito defecto para arruinar una buena historia con sus divagaciones insospechadas.
La película no es mala (al fin y al cabo, alguien que hizo el Sexto Sentido no puede ser tan infame con la calidad visual y la técnica de sus películas), pero siento que es odiosa. No es aburrida (tiene escenas bastante logradas, sobre todo cuando las personas se infligen auto laceraciones). Pero es rimbombante, artificiosa, insostenible. Lo mejor que tiene es esa extraordinaria capacidad para jugar con el marketing y la publicidad de los miedos colectivos más profundos (es decir, harto merchandising). Luego de sus últimas películas (en especial ese bodrio llamado La dama en el agua), hay un progreso. Pero no una obra notable, ni siquiera una buena película. Aquello no puede quitarme la idea de que Shyamalan no es para nada un director que valga la pena considerar entre los aconsejables o recomendables para el futuro. Solo un cineasta más, como los cientos que pululan alrededor que quisieron hacerla dándoselas de "filosóficos" cuando carecen de capacidad y terminan siendo poco efectivos o insufriblemente comerciales.
5 comentarios:
pfff... pero a mí sí me gustó Unbreakable. buenaza.
Discutible; creo que hay cosas que no me llevan de la historia. Igual, es mejor que La Aldea y mucho mejor que La Dama en el agua.
Con esta peli Shyamalan terminó por indigestarme. Nunca aterriza y se alucina más difícil que Bergman.
En fin...
shyamalan mi raca campana
???
¿Spoiler regional?
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
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