16 mayo 2007

NO REGALEN NUESTRA SELVA, IDIOTAS ( ¿LA DINAMICA DE LA CORRUPCIÓN AMBIENTAL?)

















El reciente
informe periodístico de El Comercio que descubre la extrañísima interpretación jurídica del INRENA, ente que en teoría se encarga del cuidado de los bosques amazónicos y selváticos peruanos, entre ellos los de Genaro Herrera (en la provincia loretana de Requena) según la cual se están haciendo pasar bosques vírgenes como deforestado o en proceso de reforestación ha descubierto el hilo de una madeja demasiado larga, en la cual la ignorancia se mezcla con lamentables casos de corrupción que se producen desde el mismo seno del Estado.

Pero como el semanario Kanatari señala en su último número, este tema no es nuevo, ni mucho menos el último que sucederá. "existen poderosos y tenebrosos intereses relacionados con la comercialización del recurso maderable de nuestra Amazonía a quienes no importa en lo más mínimo el mayúsculo problema que están generando por su desprecio a la biodiversidad de esta parte del planeta".

El INRENA señala que la Amazonía peruana tiene 70 millones de hectáreas de bosques naturales, de los cuales 7 millones y medio han sido entregados en concesiones forestales con fines de extracción maderera. Se calcula que existen deforestadas un aproximado de 7 millones 388 mil hectáreas de bosque, la mitad de éstas se encuentran en terrenos privados, en la mayoría de los casos las denominadas chacras de los agricultores. En lo que respecta a terrenos de propiedad del Estado, el INRENA afirma que pueden reforestarse 3 millones de hectáreas. Lo curioso del caso es que ahora dicho organismo ha resuelto entregar en concesión miles de hectáreas sobre las cuales el hombre aún no ha desarrollado su afán depredador.

Según Kanatari, los funcionarios de INRENA han interpretando antojadizamente y según su propio y bizarro criterios normas legales sobre el tema, entre ellas la Ley Forestal y de Fauna Silvestre y la Ley de Promoción de la Inversión Privada en Reforestación y Agroforestería. En los cinco departamentos amazónicos del país (Loreto, San Martín, Amazonas, Ucayali y Madre de Dios) se han presentado a la fecha un total de 643 solicitudes de concesión para reforestación, de las cuáles “sólo” se han entregado 283 que representa una superficie de 178,500 hectáreas. Cada solicitud, en la mayoría de ellas, implica áreas que van hasta 40,000 hectáreas como es el caso de las concesiones entregadas a conocidos madereros de la zona como Denia Perea Cruzalegui y Henry Balarín Maúrtua en la zona de Genaro Herrera y en los territorios que ancestralmente pertenecen los matsés, cerca a la frontera con el Brasil. En esas áreas, según el inventario del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) existen especies de cedro, tornillo, machimango, cumalas, quinilla, moena, palisangre, huacrapoma, etc, además de especies de la fauna consideradas en el rango de vulnerables como el “mono guapo rojo” y algunas especies de flora y fauna altamente vulnerables.

Según El Comercio, la concesión entregada a Denia Pérez Cruzalegui se encuentra en una zona de alta biodiversidad. “El inventario biológico elaborado por The Field Museum of Chicago (2004) encontró en esta área decenas de nuevas especies de flora y fauna para el Perú y la ciencia mundial. En esta misma zona viven desde hace siglos los nativos de la comunidad matsés, la que desde 1994 viene solicitando la declaración de aquella área como Reserva Natural”.

Al conocerse en Iquitos la entrega, mediante concesiones, de enormes extensiones de terrenos boscosos y selva virgen, a grupos de madereros, la protesta no se hizo esperar. Conocidos ambientalistas y especialistas en este tema expresaron su indignada voz ante este nuevo atropello a la biodiversidad amazónica. El biólogo José Álvarez Alonso, uno de los más calificados estudiosos del área ha dicho lo siguiente: “El bosque amazónico no debe ser regalado a mafias madereras disfrazadas de reforestadoras. Debe ser manejado sosteniblemente para beneficio de las presentes y futuras generaciones”. Por su parte, el presidente de la Red Ambiental de Loreto, Paul McAuley, ha declarado que esos contratos son fraudulentos y que los mismos atentan contra la biodiversidad. “Los funcionarios de INRENA tienen que asumir su responsabilidad”. Finalmente, el estudioso de temas amazónico, Roger Rumrrill señaló que estas grotescas leyes contribuyen al saqueo del bosque.

Hay que puntualizar que las concesiones de reforestación se vienen dando desde el 2004. Según Kanatari, la oficina local del INRENA, a través de su Intendencia Forestal, autorizó dos concesiones de reforestación y otra más está en trámite, en zonas que son muy ricas en flora y fauna, consideradas, además, una de las de mayor diversidad del planeta.

En un recientísimo informe del Gobierno Regional de Loreto (GOREL) y el Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP) se ha logrado establecer que los bosques entregados por INRENA son "primarios", es decir vírgenes, es decir no penetrados por el ser humano, es decir imposibilitados de ser arrasados por la mano del hombre, es decir negados para cualquier tipo de negocio o tranza, legal o ilegal ¿Entendido?

Mi pregunta, simple y final, es la siguiente ¿Son los funcionarios de INRENA idiotas o hay algo más que los convierte en delincuentes? No tengo las pruebas -aún - para afirmar lo segundo, pero existen demasiados indicios que afirman que la dinámica de la corrupción se ha enquistado en el sector ambiental, gracias al dinero de poderosos intereses madereros y aledaños.

ACTUALIZACION: Al fin, anularon las mal llamadas "concesiones de reforestación" en Loreto. Mucho roche ¿verdad, chicos de INRENA?

El caso del maderero que fue juez y parte en INRENA (por ser amigo del APRA)
Las concesiones sospechosas del Gorel y el congresista Víctor Isla
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