Por una cuestión de principios, he decidido adherirme a Basta,Faverón.
No tengo ningún problema personal ni rencilla contra el aludido (es más, suelo ser un lector constante de los comentarios literarios y análogos en su blog Puente Aéreo, que me parecen a menudo atinados e interesantes). Pero creo que su valía profesional ha ido a contracorriente de su actitud personal para con varios de aquellos que no han tenido comentarios favorables (en lo literario o en los temas de debate, ojo), a los cuales suele atacar de modo muy artero, hostil y a veces absurdo.
Uno puede permitirse defenderse de ataques inmundos o rechazarlos de modo hidalgo, y proporcionado. Pero no puede convertir un espacio tan democrático como el internet en un vehículo de polarización y de ofensas personales, de ventilación bajezas, de sutil chantaje y alevosía sicaria (como la carta-basura dirigida a E.R. que se publica en el manifiesto). Son ese tipo de actitudes que la blogósfera y toda debe rechazar, así como debe rechazar el infundio, el resentimiento, la patología convertida en post o comment (de cualquier bando). La inmundicia, material, espiritual - con nombre y apellidos o la cobardemente anónima - cualquiera fuera ésta contra la dignidad, la intimidad o el honor de las personas, tienen lugares adecuados donde colocarse: el tacho de desperdicios o el excusado.
Por eso esa es una adhesión vigilante y de principios. Así como a cualquier blogger le puede suceder, incluso al señor Faverón, allí debemos estar para defenderlo de esas cochinadas. Por lo demás, como los demás adherentes (bloggers y personas valiosas y resaltables) creo que las guerritas inútiles son un pasatiempo infantil que ya no podemos - ni debemos - darnos el lujo de seguir jugando. El autocontrol en realidad funciona mejor que las regulaciones impuestas.
Es todo lo que diré al respecto. Ahora, a seguir posteando y comentando de temas mucho más interesantes y luminosos que éste, con inteligencia, decencia, altura y calidad, pues.
PD: Solo por esta vez, debido una cuestión de inevitable busqueda de confianza y tranquilidad en la blogósfera, no se postearan comentarios de ningún tipo sobre este tema.
No tengo ningún problema personal ni rencilla contra el aludido (es más, suelo ser un lector constante de los comentarios literarios y análogos en su blog Puente Aéreo, que me parecen a menudo atinados e interesantes). Pero creo que su valía profesional ha ido a contracorriente de su actitud personal para con varios de aquellos que no han tenido comentarios favorables (en lo literario o en los temas de debate, ojo), a los cuales suele atacar de modo muy artero, hostil y a veces absurdo.
Uno puede permitirse defenderse de ataques inmundos o rechazarlos de modo hidalgo, y proporcionado. Pero no puede convertir un espacio tan democrático como el internet en un vehículo de polarización y de ofensas personales, de ventilación bajezas, de sutil chantaje y alevosía sicaria (como la carta-basura dirigida a E.R. que se publica en el manifiesto). Son ese tipo de actitudes que la blogósfera y toda debe rechazar, así como debe rechazar el infundio, el resentimiento, la patología convertida en post o comment (de cualquier bando). La inmundicia, material, espiritual - con nombre y apellidos o la cobardemente anónima - cualquiera fuera ésta contra la dignidad, la intimidad o el honor de las personas, tienen lugares adecuados donde colocarse: el tacho de desperdicios o el excusado.
Por eso esa es una adhesión vigilante y de principios. Así como a cualquier blogger le puede suceder, incluso al señor Faverón, allí debemos estar para defenderlo de esas cochinadas. Por lo demás, como los demás adherentes (bloggers y personas valiosas y resaltables) creo que las guerritas inútiles son un pasatiempo infantil que ya no podemos - ni debemos - darnos el lujo de seguir jugando. El autocontrol en realidad funciona mejor que las regulaciones impuestas.
Es todo lo que diré al respecto. Ahora, a seguir posteando y comentando de temas mucho más interesantes y luminosos que éste, con inteligencia, decencia, altura y calidad, pues.
PD: Solo por esta vez, debido una cuestión de inevitable busqueda de confianza y tranquilidad en la blogósfera, no se postearan comentarios de ningún tipo sobre este tema.
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