01 agosto 2007

CARITAS IQUITOS: 17 AÑOS SEMBRANDO SOLIDARIDAD

La Hermana Martha Betty Herrera, como siempre tan generosa, me ha encontrado por estos días en la ciudad y ha exclamado que le gustaría que escribiera algunas glosas por el aniversario de Cáritas Iquitos. 17 años luego de su fundación (con el importante apoyo del recordado Monseñor Gabino Peral de la Torre), debería decir que resulta todo un honor darme un tiempo para pensar sobre la misión y el legado que esta institución de bien común ha ido dejando a lo largo de sus actividades.



Y es que Cáritas no es solo la organización responsable de la planificación y coordinación de los programas de la Iglesia Católica en el Vicariato de Iquitos, una de las regiones más pobres y deprimidas del país. En la Selva, con las enormes particularidades que le permiten haber nacido un 1 de agosto de 1990, pero con la firme misión de promocionar el desarrollo integral y sostenido en armonía con el hábitat natural.

Debemos recordar que la práctica de la solidaridad es un valor que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo en medio de la bruma del tiempo, las constantes crisis económicas y el más evidente celo personal y el individualismo salvaje. Sin embargo, la misión primera de Cáritas ha sido revestirse de un espíritu de fe y constancia en el servicio al más pobre, al más indefenso, al que ha sido despojado a veces de sus pertenencias materiales y de su dignidad espiritual. Uno tras otros, cientos y miles de huérfanos, niños de la calle, ancianos, enfermos y excluidos de los beneficios del estado de bienestar han sido adoptados y redimensionados en su humanidad.

La labor que van destinando los trabajadores y miembros de Cáritas, con el liderazgo de su Directora, la Hermana Martha Betty, así como el personal administrativo, profesionales y sobre todo los voluntarios es permitir que los servicios de salud física, psíquica, emocional, el desarrollo de conocimientos y la aptitud para la producción en general llegue a quienes verdaderamente lo necesitan. Uno de los grandes logros en este aspecto es el Albergue El Huambrillo, donde un buen y considerable número de niños abandonados son atendidos y recuperados, pero también se les brinda atención integral en cuanto al valor humano, que siempre es mucho más importante, brindándoles la posibilidad de acceder a un hogar, a una familia, a un estado de afecto constante.

Y es que Cáritas mantiene una atmósfera de trabajo de mucho vigor, de seriedad y constancia, la atmósfera de trabajo en el albergue es llena de alegría pero también de mucha responsabilidad, porque la labor está vinculada a seres humanos, tanto los que atienden y resaltan la labor de la institución como, aún más pertinente, los beneficiados por este sistema.

Pero además de todas las actividades clásicas que han sido diseñadas para cumplir su labor, hay otras nuevas e interesantes que le han generado una nueva dimensión en la cadena solidaria. Cáritas Iquitos, por ejemplo, busca que cada persona sea autogestionaria, creativa y productiva. He ahí, por ejemplo, proyectos como Ecoparque, formulado y desarrollado por la Universidad de Florencia y el Centro ABITA, basado en iniciativas de desarrollo sostenible aplicadas a Ecosistemas Frágiles en los Países en Vías de Desarrollo. Ecoparque en líneas generales vincula la labor de construcción de albergues turísticos en comunidades rurales de la Amazonía, las cuales deben ser organizadas y sustentadas por los miembros natos de dichas comunidades. El desarrollo sostenible es un valor importante en este proyecto, en el cual la institución brinda el servicio material y la capacitación, que se va preparando en el tiempo y el espacio con un modelo definido y destinado básicamente a esas poblaciones.

Además, en junio, tanto Pluspetrol Norte y Cáritas Iquitos suscribieron un convenio para poner en marcha la construcción del primer albergue estudiantil indígena. Este albergue beneficiará a jóvenes de las etnias achuar, quechua y urarina. De este modo, se ha creado un importante espacio para la realización profesional de sectores que por su aislamiento o necesidades habían sido marginados de la cadena productiva nacional

Caritas Iquitos han logrado inaugurar recientemente el Centro de Atención a la Mujer víctima de la violencia de género, en la zona deprimida de Iquitos. Este proyecto, largamente abrazado por la institución tiene como finalidad crear un servicio para mujeres afectadas por maltrato conyugal con atención especializada tanto en salud, derecho, formación y una casa estancia de alojamiento temporal.

Y claro, no podía faltar en el ámbito cultural, la presencia del coro polifónico del albergue El Huambrillo, integrado por niñas y niños de dicha casa de hospedaje, con lo cual se ha dado una nueva señal de que las cosas se pueden hacer cuando se tiene voluntad, y que se van solucionando en el camino. El coro de El Huambrillo ha dado un nuevo impulso al desarrollo de la formación espiritual de los pequeños residentes, además de crear las condiciones para que surjan futuros representantes locales del arte y la cultura musical.

Estos 17 años descubren a Cáritas Iquitos en un nivel de entusiasmo y ebullición importantes, con muchos proyectos y muchas tareas aun en mente y en diseño, los cuales esperan de nosotros, hombres y mujeres de buena fe, nuestro concurso y decidido apoyo, material o en apoyo y labor. La solidaridad no es un valor que pueda medirse o cuantificarse, es un aspecto inherente a nuestro ser que debe practicarse cuantas veces sean necesarias. Y en Cáritas Iquitos, la solidaridad es un valor que vienen sembrando permanentemente desde su fundación. Aquello no es poco decir.

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