(Tomado de Pro&Contra)La ciudad de Iquitos es el paraíso para los traficantes de armas quienes hacen sus negocios con facilidad debido a la “ceguera” de las autoridades de turno. La Marina, El Ejército y la msma Policía Nacional del Perú, son instituciones desde donde salen municiones para ser vendidas a un acopiador colombiano que luego se encarga de comercializarlos en su país, como es obvio imaginarse a guerrilleros de las FARC.
Para muestra podemos señalar que el valor por cada munición de fusil FAL se valoriza en S/. 1.00, aunque en épocas de mayor oferta el precio disminuye a S/. 0.50. Un sargento del ejército peruano es el nexo con los traficantes. En el caso de la PNP, se conoce que un oficial de la policía antidrogas maneja el negocio al derecho y al revés. Las áreas de inteligencia conocen estos hechos, sin embargo todo queda ahí por presunta complicidad de altos oficiales.
Según información obtenida por Pro y Contra, la mercancía mejor cotizada es la munición de fusil AKM, que mayormente usan los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Cada munición de AKM se valoriza en S/. 2.00 y puede costar hasta un dólar americano ( S/. 3.20), dependiendo de la “temporada”.
Los negocios se realizan en Nauta, una ciudad donde nadie sospecha que se hacen este tipo de negocios. En esa ciudad tiene su vivienda un ciudadano colombiano quien se encarga de hacer el embalaje de las municiones para luego sacarlos del país por la frontera.
Testigos dan cuenta que un proveedor importante de municiones es el hermano de un congresista por Loreto. Este señor es un oficial retirado de un instituto armado por lo que tiene contactos al interior que le permiten sacar material para vender en el mercado negro. Los lotes que mayormente se venden, ascienden a 50 mil municiones por paquete. Ahora los traficantes ofrecen un buen precio por municiones AKM, porque estámejor cotizado en Colombia.
Los casos descritos demuestran que las FARC han comenzado a abastecerse aproximadamente desde el 2004 con equipos bélicos que los traficantes compran a militares y policías en actividad y en retiro. La modalidad continúa porque las guerrillas pagan fuertes cantidades por el armamento. Hace unas semanas una organización de proveedores de material de guerra que abastece a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con equipos bélicos extraídos a los institutos castrenses peruanos ha sido identificada por agentes de Inteligencia de la Policía Nacional, con sede en Lima, sin embargo a los abastecedores de Iquitos aun no les cayó el guante.
A esto se suman dos extraños casos que no fueron investigados oportunamente por las autoridades, como el intento de robo de material bélico de las instalaciones de la Escuela de Suboficiales de la PNP, donde se guarda arsenal policial. Del mismo el incendio en el fuerte militar Fernando Lores Tenazoa, ocurrido a finales del 2006, donde extrañamente se quemaron gran cantidad de municiones sin que se realice una evaluación exhaustiva de ambos hechos.
Para muestra podemos señalar que el valor por cada munición de fusil FAL se valoriza en S/. 1.00, aunque en épocas de mayor oferta el precio disminuye a S/. 0.50. Un sargento del ejército peruano es el nexo con los traficantes. En el caso de la PNP, se conoce que un oficial de la policía antidrogas maneja el negocio al derecho y al revés. Las áreas de inteligencia conocen estos hechos, sin embargo todo queda ahí por presunta complicidad de altos oficiales.
Según información obtenida por Pro y Contra, la mercancía mejor cotizada es la munición de fusil AKM, que mayormente usan los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Cada munición de AKM se valoriza en S/. 2.00 y puede costar hasta un dólar americano ( S/. 3.20), dependiendo de la “temporada”.
Los negocios se realizan en Nauta, una ciudad donde nadie sospecha que se hacen este tipo de negocios. En esa ciudad tiene su vivienda un ciudadano colombiano quien se encarga de hacer el embalaje de las municiones para luego sacarlos del país por la frontera.
Testigos dan cuenta que un proveedor importante de municiones es el hermano de un congresista por Loreto. Este señor es un oficial retirado de un instituto armado por lo que tiene contactos al interior que le permiten sacar material para vender en el mercado negro. Los lotes que mayormente se venden, ascienden a 50 mil municiones por paquete. Ahora los traficantes ofrecen un buen precio por municiones AKM, porque estámejor cotizado en Colombia.
Los casos descritos demuestran que las FARC han comenzado a abastecerse aproximadamente desde el 2004 con equipos bélicos que los traficantes compran a militares y policías en actividad y en retiro. La modalidad continúa porque las guerrillas pagan fuertes cantidades por el armamento. Hace unas semanas una organización de proveedores de material de guerra que abastece a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con equipos bélicos extraídos a los institutos castrenses peruanos ha sido identificada por agentes de Inteligencia de la Policía Nacional, con sede en Lima, sin embargo a los abastecedores de Iquitos aun no les cayó el guante.
A esto se suman dos extraños casos que no fueron investigados oportunamente por las autoridades, como el intento de robo de material bélico de las instalaciones de la Escuela de Suboficiales de la PNP, donde se guarda arsenal policial. Del mismo el incendio en el fuerte militar Fernando Lores Tenazoa, ocurrido a finales del 2006, donde extrañamente se quemaron gran cantidad de municiones sin que se realice una evaluación exhaustiva de ambos hechos.
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