20 julio 2008

Batman: mucha noche



Debo confesar que siempre me he sentido identificado con el mundo de los superhéroes, pero también con su espacio interior y personalidad. Digámoslo así, me atrae en behind scenes del personaje, el después de haber ganado la batalla circunstancial contra los malos. El superhéroe más complejo y complicado siempre va a ser el más popular. Porque carga con una ambigüedad y una fuerza que nace, precisamente, de las contradicciones de su rol.

Más allá de la que le dio su creador Bob Kane (ilustrador de las clásicas historietas), Batman ha tenido muchas caras en su larga existencia. Yo, que las he visto casi todas (y recuerdo con mucho cariño algunas), puedo señalar que el personaje ha disfrutado constantemente de las mieles del triunfo, pero sin embargo nunca ha estado en paz consigo mismo. Siempre ha existido detrás del aura del chico bueno un rastro sombrío que finalmente ha sido develado en toda su extensión.

Hace unos días se ha estrenado The Dark Knight (El Caballero de la Noche), la más reciente entrega de esta legendaria saga cinematográfica. Dirigida por Chris Nolan (realizador de clásicos contemporáneos como Amnesia y Memento), a un costo de 185 millones de dólares, precedida de una extraordinaria campaña publicitaria. Más allá de toda la parafernalia, creo que estamos frente a uno de las más siniestros, elocuentes, desaforados, intensos y honestos retratos que del hombre murciélago y sus antagonistas.

El Caballero de la Noche genera sensaciones y sentimientos encontrados. Si uno sigue la línea narrativa de las más de dos horas y media que dura el filme, encuentra las referencias básicas del universo del comic. Sin embargo, este mundo, que nos ha legado la famosa serie televisiva de los años sesenta, las películas de Tim Burton, Joel Schumacher y el anterior filme de Nolan ha devenido en más oscuro y pesadillesco, casi como el preludio del lento descenso a un infierno compuesto de maldad y locura, del cual debe aflorar la redención, no solo a partir de la rectitud, sino también del sacrificio y la vocación estoica que precede a la templanza.

Batman, popular pero al mismo tiempo marginal, un animal humano que debe mantener la fe en sí mismo y al mismo tiempo su confianza en la bondad de una sociedad que no lo comprende e incluso lo desprecia, Esa sociedad es la que usa el Guasón (espectacular Heath Ledger) para infundir terror y anarquía por el mero hecho de la diversión (“Hay hombres que buscan simplemente que el mundo arda” le dice el mayordomo Alfred al alter ego Bruce Wayne, en una precisa definición de la personalidad del demente que ha puesto histérica a Ciudad Gótica).

El Caballero de la Noche vence a los villanos y salva al mundo, aún a costa de no poder salvarse él mismo. Pero el mundo hace tiempo ha perdido la fe. Y se permite el lujo de perseguir a sus propios guardianes entre el centeno. Batman y Harvey Dent el fiscal héroe que después experimenta una mutación física y psicológica atroz, son dos caras de una misma moneda. Solo que la de Bruce Wayne/Batman, alejado, misógino, esquizofrénico en su concepción del deber, se encuentra en las antípodas de lo que termina convirtiéndose el hombre en quien había depositado toda su confianza con el fin de hacerle cambiar de vida. El héroe Dent, que había expuesto su rostro para vencer a la mafia, al ser expuesto a una situación límite de pérdida y dolor, cae en las redes del mal que ya había inoculado el Guasón en todas las mentes y sensibilidades. Ante ello, lo único que queda es bucear entre las sombras, la oscuridad, la noche sobre la cual Batman camina con armadura de guerrero y defensor de la justicia, peleando eternamente y al mismo tiempo siendo castigado por una sociedad que lo mira con recelo pero no puede darse el lujo de dejarlo ir, por miedo, conveniencia o terror del Mal, tan espectacularmente encarnado en el Guasón de Heath Ledger. El protector vigilante luchará todas las batallas aún sabiendo que quizás nunca gane la guerra.

El Caballero de la Noche es una de las más grandes adaptaciones de comics de todos los tiempos y de hecho una de las mejores películas del 2008. Pero al mismo tiempo es una historia cruel y desesperanzada, una de las más sofisticadas, reales y crueles pinceladas sobre lo peor de la condición humana. Uno no deja de sentir emoción y tristeza, repugnancia y al mismo tiempo ilusión, como en una montaña rusa de la cual siempre sales parturbado. No hay duda que la historia, los abrumadores efectos especiales, la banda sonora de Hans Zimmer y James Howard, las maravillosas actuaciones (empezando por la del finado Heath Ledger, aterrador y macabro en su papel de Guasón, en contrapunteo con la aplomada y digna de Christian Bale como Batman), son como un verdadero monstruo – creado por Nolan - ante el cual es difícil no maravillarse ni, humildemente, rendirse.

Luego del final de la película (en que el detective Gordon/Gary Oldman narra dramáticamente el destino marcado para nuestro héroe enmascarado), cuando todo se fue a negro y se sucedieron los créditos, quedé con un nudo en la garganta, del cual no me pude recuperar sino media hora después, caminando solo a través de frías y oscuras calles citadinas. Muy cansado, pero al mismo tiempo melancólico, alucinado, vigilante.

No es poco decir.



PD: Este artículo contiene algunas ideas y parráfos expresados en el post
Caballero de la Noche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es normal que al salir de ver Batman andes por ahí como un poseído, que no vuelvas a ver a los perros de la misma manera, que te percates que tu sonrisa es más ancha y grotesca de lo normal,pueda que Joker sea el villano más sádico de la historia, pero no es un desalmado ,es una romantica encarnación de lo amoral, de lo nervioso, de lo sombrío de ser un iluminado en ideas de tortura. Nolan nos ofrece la esperanza en un cuento desesperanzador, la visión de un adaptador despiadado en el limite del cine de entretenimiento . Lo mejor: Ese irreprochable vinculo de pertenencia que tiene cada uno de sus personajes a esa tierra terrible llamada Ciudad Gótica. Ansío tanto volver a verla como uno ansía repetir una pesadilla, si es que te encantan las pesadillas.


Preguntas al azar:

¿Cuán personal es Batman? (esta usted enfermo Mr Nolan?), Le pareció divertido Mr Haneke?,Debo releer F.E.E.T.? quien es nuestro heroe finalmente? Joker?Batman? Bateman?,


Estoy satisfecho.

Anónimo dijo...

La mejor película hecha por Hollywood en mucho tiempo.

Y Nolan posiblemente sea uno de los mejores directores comerciales que existan actualmente.

Luego de esto, bien difícil que alguien supere la valla.

Imposible.

Un abrazo

M

Lando dijo...

Con las disculpas del caso... he obviado, no obstante que he estado tentado, leer los comentarios (honorables por cierto) del anonimo y del nuevo anonimo "M".
Paco, es la primera vez que te comento (sorry por no haberlo hecho antes).
Soy un asiduo seguidor, Y "discreto investigador", de la vision de Bob Kane (RESPETABLE MISTICO y artista consagrado) en cuanto al hombre vampiro (NO Hombre Murcielago), BATMAN es un "vampiro" - alli radica su "PODER"). BATMAN.
En realidad, el es un niño con muchos problemas. Fue testigo - testimonio de Bob Kane - del asesinato de sus padres. En realidad, el es miembro de la congregación de los VAMPIROS - un lider. Quienes son antagonicos con los HOMBRES LOBO.
A diferencia de sus "hermanos de Logia", el... toma: ¡LECHE VACUNA!... y DE LATA. ¡NO SANGRE!
Y es que, BATMAN, el hombre vampiro, que mediante KANE ha trescendido, intenta superar el terrible trauma de haber perdido a sus progenitores. Ahi el asunto de ishanguearles a los "malitos"... que sabemos a quienes nos referimos, Jack Nicholson incluido (GUASON HISTORICO y... EL MEJOR GUASON).
La polemica esta abierta.
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Lando