06 julio 2008

La top model iquiteña de portada.

Nicole Faverón Vásquez nos recibe en medio del bullicio atestado de un centro comercial limeño, con una sonrisa muy cordial, que uno inmediatamente asume que es natural. La acompaña su enamorado Axel, quien como una suerte de fiel centinela, discretamente la vigila y apoya. Aunque la joven a la que vamos a conocer y entrevistar trata de de pasar desapercibida, camuflada entre unos sencillos anteojos para corregir defectos de visión y ropa que las chicas de ahora usan con mucha profusión, el porte y el perfil del rostro la delatan. Es altísima (1.83 metros), de tersa y clarísima piel, así como unos grandes ojos negros que miran con profundidad. Su look es simple, pero impecable. Con ella, la casaca de cuero que viste adquiere impactante vivacidad.



Nos sentamos en un abarrotado Kentucky Fried Chicken, casi al fondo del local. Lo primero que me pregunta, con parsimonia - pero nunca dejando de mirarme - es si estoy llegando de Iquitos. En este carnaval de idas y vueltas que a veces es la vida, Nicole me comenta que acaba de llegar de los Estados Unidos, donde acaba de iniciar las sesiones como modelo exclusiva de la súper famosa compañía Maybeline Internacional, al haber sido seleccionada como una de las cinco mejores modelos del prestigioso concursos mundial Ford Supermodel of the World, de la agencia Ford Models de Nueva York cuyo objetivo es buscar nuevos valores alrededor del mundo para el negocio de las pasarelas. Luego de pruebas y competencias locales, nacionales, regionales y planetarias, Nicole ha sido contratada por un generoso monto para seguir una carrera que tiene su epicentro en uno de los epicentros de la industria del glamour. Un mes entero en la gran manzana, su tercera vez con las siglas NYC, y un mundo nuevo, a veces solitario, difícil, salvaje, que hay que descubrir y dominar.

Uno de los chicos que atiende en el restaurant la mira y como que la reconoce, pero no está seguro. Se va y la sigue mirando. Quizás solo le llama la atención porque es bonita. Aunque es poco probable que no deje de llamar la atención. Gran parte de la nueva campaña de Saga Falabella ha inundado los paneles de los paraderos de la capital con su rostro, grave, majestuoso, dignísimo.

Sin embargo, uno empieza a conversar con Nicole y siente que está frente a una chica bastante entretenida, graciosa, traviesa, una chica grande. Y además, no es alguien demasiado preocupada por el lujo y el desenfreno de la edad, que podría ser el cliché respecto del oficio. El hecho de que una joven de 20 años, estudiante de psicología en la UPC, a ser un referente de la moda nacional para el mundo, es en verdad, un proceso paulatino que ha ido tomando viada conforme ha pasado el tiempo. Desde por lo menos un año atrás, ha estado alternando sus clases universitarias con un espacio por el cual, confiesa, en un principio no se sentía atraída porque, dentro de los estereotipos en los que fácilmente cae la gente, creía que era una galaxia lejana y algo frívola.

Obvio, nadie nace sabiendo, Nicole bien se dio cuenta de que este podía ser un trabajo digno en el que, por entregarse de lleno a interpretar momentos, sentimientos y actitudes (de acuerdo al gusto y la exigencias de diseñadores, fotógrafos y productores), podía tener un dinero que ayudará a pagar las elevadas pensiones de su carrera. Su padre, Enrique, ya se encontraba en los Estados Unidos, trabajando. Su madre, Eliana abogada, había vuelto a Iquitos para dedicarse de lleno a empeños profesionales que la llevaron primero al Poder Judicial y luego a la Procuraduría. Uno ve el perfil de Nicole y conoce que su madre es loretana; entonces cree realmente por qué esta chica se considera más charapa que limeña.

Porque, aunque Nicole no nació en Iquitos, debido a la gran decisión profesional de su madre que Nicole emigró definitivamente a los diez años. Las acompañó en ese trayecto Melissa, la hermana menor. Claro que nunca había estado aislada de su linaje amazónico. Anteriormente, había visitado constantemente la ciudad, debido al origen de Eliana (y la recurrencia a la abuela Dora, matrona y templo importante de la familia). Nicole, quien ha tenido una vida trashumante y gitana, estudio un año en el colegio Chorpus Christi. Pero también estudio en el colegio estatal N° 5, en el barrio de Castilla. Precisamente, Nicole (con la mayor sencillez posible y un brillo en los ojazos) recuerda con mucho cariño la zona, donde sus abuelos tenían un restaurante que ofrecía poderosos menús a motocarristas y obreros. Allí, la futura top model aprendió a trepara árbol sin ayuda de nadie, a enterrarse en una suerte de montículos de arena, a los cuales la lluvia torrencial convertía en fango, y donde conoció a amigos tan particulares de los cuales no recuerda sus nombres, pero sí sus apodos: El Negro Elegante, Chelo, Leche-Leche, Piri Piri. Ella me los dice con una suerte de extraña complicidad infantil y yo no puedo evitar sorprenderme y reírme de buena gana.

Nicole empezó a hacer la vida que toda chica iquiteña podría hacer. Ingresó al colegio Nuestra Señora de Fátima a partir del quinto grado de primaria. Sus vacilones mayores eran el deporte (le encantaba nadar, y lo pudo hacer gracias a su tío Luis Jiménez Huapaya, que era socio del Club Tennis). Además, sus ratos de ocio los dedicaba a pasear en moto por la ciudad, acompañada de sus amigas del cole, visitar las chacras de su familia e ir descubriendo poco a poco una extraña actitud para expresarse de alguna manera. Ya destacaba en cualquier lugar por su porte, su talla y su actitud desenfadada. Sin embargo, inusualmente, no era alguien que le gustara Por su alegre actitud fue granjeándose las simpatías de mucha gente. Pero la niña ya se había convertido en adolescente y estaba a punto de terminar la carrera. Aunque la madre era renuente a que Nicole se separara de ella (debido a todos los peligros que acechan a una jovencita solitaria en una ciudad como Lima, sin embargo, siempre tuvo en claro que le iba a ir bien.

Lo que nadie sabía era que le iba a ir súper bien. Y de un modo muy natural. El rostro y la figura de Nicole fueron adornando las más importantes campañas publicitarias, avisos, afiches y portadas. Pero siempre estaba esperando, como todas y todos quienes saben que esto al fin y al cabo es efímero, una oportunidad para cimentarse. Y todo llegó al momento en que la agencia Ford decidió mirar hacia el Perú. Fue su madre quién le dio el espaldarazo y fue su madre quien le avisó que Marco Antonio, el estilista, estaba anunciando el inicio de la búsqueda de chicas con aptitudes para lograr el gran salto hacia afuera. Aunque Nicole no pudo estar en la primera convocatoria, en la del 2007 logró, en un golpe de efecto, ganar el concurso nacional. Un mes después, ante representantes de más de 55 países, fue electa como una de las cinco chicas que iban a ser promocionadas a las grandes ligas internacionales. El resto, seguramente ustedes lo han podido ver en otros medios, revistas y demás. Incluso ha retomado el contacto con algunos familiares de quienes no había tenido noticia en mucho tiempo (por ejemplo, su tío Gustavo, primo hermano de su padre y administrador del polémico blog literario Puente Aéreo le ha escrito una amable carta felicitándole por estas victorias cotidianas).



A pesar de la creciente fama, Nicole no ha perdido la perspectiva. No sacrificaría a su familia y sus seres queridos por la fama o el dinero. Y quisiera volver cuanto antes a recorrer Iquitos. Se considera iquiteña, en principio porque siente como suya a la ciudad, donde tuvo tantos momentos importantes y agradables, y donde siempre es un placer volver a ponerse un reptil sobre el hombro y asumir que eres una encantadora de serpientes. Además, porque extraña la comida (tacacho con cecina, juane,) los domingos disfrutando de la naturaleza. Su abuela, su madre y su hermana siguen con ímpetu fanático cada nueva portada o fotografía de Nicole. Y ella aquí sabe que mucho de lo que es se lo debe a aquello que cultivó en su centro de aprendizaje sentimental, en su primera nación espiritual.

“El día más feliz de mi vida fue un Año Nuevo, el del año 2000, en la chacra de mi tío Lucho, mi papá y mi mamá juntos, toda mi familia alrededor, escuchando música, mirando las lucecitas y los fuegos artificiales de la ciudad. Allí en Iquitos”.

Sin duda, esta chica top model de la portada siempre fue una de las nuestras.

2 comentarios:

Rafael Bolaños dijo...

Hola Paco:
Que gusto saber que sigues cada paso de Nicole, vale la pena estar al tanto de ella y sobre todo dar a conocer a todo el mundo las bondades y la belleza que posee la mujer Peruana.
Ella es una predilecta más que la rica tierra peruana hereda cada año.
La conozco desde que éramos pequeños y cuando jugabamos como cualquier niño. Ahora último recién acabo de reencontrarmela después de tantos años que estuvo en Iquitos.
Es una linda chica, con grandes aptitudes y sobre todo con una inteligencia que resalta entre tanta modela peruana.
Espero hacerle una entrevista también en estas próximas semanas aprovechando que regresó a vivir muy cerca de mi casa.
Y espero que lo leas.


Saludos desde Lima
Rafo

Rafael Bolaños dijo...

Hola Paco:
Que gusto saber que sigues cada paso de Nicole, vale la pena estar al tanto de ella y sobre todo dar a conocer a todo el mundo las bondades y la belleza que posee la mujer Peruana.
Ella es una predilecta más que la rica tierra peruana hereda cada año.
La conozco desde que éramos pequeños y cuando jugabamos como cualquier niño. Ahora último recién acabo de reencontrarmela después de tantos años que estuvo en Iquitos.
Es una linda chica, con grandes aptitudes y sobre todo con una inteligencia que resalta entre tanta modela peruana.
Espero hacerle una entrevista también en estas próximas semanas aprovechando que regresó a vivir muy cerca de mi casa.
Y espero que lo leas.


Saludos desde Lima
Rafo