En el primer poema escrito en la Amazonía, destaca el horror de una carnicería sin cuento, una matanza descomunal que hasta ahora provoca espanto.
Desde entonces, han pasado 447 años y las cosas no han cambiado verdaderamente, como pretenden los oficialismos y aquellos que se benefician vilmente con nuestras riquezas. La tendencia a asesinar el vasto bosque, a acabar con los recursos fluviales y hasta a matar a los habitantes oriundos y esenciales de esta comarca con el fin de arrebatarles su territorio y sabiduría milenaria, sigue siendo un capítulo nefasto en los días que corren.
En los inicios del siglo XX ocurrió un genocidio espeluznante que hasta ahora tiene sus víctimas entre los que sobrevivieron a la ferocidad de los caucheros. Entonces, nadie fue sancionado, pese a las exasperadas protestas de unos cuantos. Esa tendencia a dejar a los culpables fuera del juicio y del castigo continúa, pese a las manifestaciones de personas e intituciones que batallan por defender la vida del hombre y los recursos naturales.
El ejercicio de la justicia seria una excelente manera de detener los abusos, las discriminaciones, las explotaciones y ese intento de convertir las realidades materiales y espirituales en baratas mercancías de sombría existencia. Cercanos al final de la primera década del tercer milenio de nuestra era, y con el marco de la IV Semana del Libro como tribuna y escaparate pluralista y progresista, desde la descomunal inmensidad del bosque, declaramos que es necesario continuar defendiendo los derechos ancestrales los pobladores primigenios, los conocimientos oriundos, las riquezas del bosque y de las aguas, las distintas agendas de las comunidades lejanas.
Como poetas latinoamericanos comprometidos con la floresta, la integración y la justicia que emanan del orden natural de las cosas, firmemente y con vigor, alzamos nuestro canto, que, al fin y al cabo, confluye con el paraíso terrestre y la geografía de la belleza. Así - solo así - lograremos legar una Amazonía más humana y más digna a las generaciones venideras.
Río Amazonas, 16 de setiembre de 2007.
Declaración firmada por poetas e invitados a la IV Semana del Libro de Iquitos, "Canto de Amor al Amazonas- poetas latinoamericanos por los floresta, la integración y la justicia", organizada por Tierra Nueva Editores entre el 13 y el 17 de setiembre
2 comentarios:
hermano Pako:
esa nostalgia inmediata que uno siente al salir de Iquitos es comun?
Porque ya la estoy sintiendo.
Un fuerte abrazo al Bendayan, a Dorian, a Jaime y a todos lo que me pueda estar olvidando.
Gracias por todo,
JCY.
José Carlos:
Creo que esa nostalgia ha sido muy común en todos aquellos que han tenido la amabilidad de compartir con nosotoros esta IV Semana del Libro.
Gracias por tu talento y por ahber accedido a esta tierra con problemas e incertidumbres, pero aún con magnestismo inmediato, donde tuviste la generosidad de acompañarnos cvon tu poesía, tu talento y tu amistad.
Espero pronto podamos trabajar en proyectos comunes.
Un gran abrazo amazónico
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