21 marzo 2007

EL VIEJO CUENTO DE LAS EXONERACIONES TRIBUTARIAS


Evidentemente, es una buena noticia en medio de tantas malas respecto de la sombría y desatinada marcha del gobierno central en cuestiones políticas y de seguridad interna el haber puesto en marcha el desmontaje de las mal llamadas exoneraciones tributarias para la zona de selva, empezando por aquellos departamentos amazónicos que tienen interconexión terrestre, además de la provincia loretana de Alto Amazonas. El Decreto Legislativo 978 que implanta dichas medidas, en cierto modo, revoluciona la política fiscal respecto de la mala costumbre del mercantilismo y los privilegios para algunos en desmedro de la población general.

Evidentemente, todo cambio genera resistencias, y las resistencias más grandes provienen de aquellos que han adoptado la práctica del mercantilismo económico y la prebenda personal como modus vivendi. Evidentemente, Yurimaguas iba a explotar por una medida que en el fondo no conoce y cuyos beneficios no ha percibido en absoluto, pero que los privilegiados, aquellos súbitos ricachones que han hecho plata con el mal uso de las exoneraciones, les meten en la cabeza como un tabú, al cual la inquina demagógica convierte en casi una pétrea santidad, sin pies ni cabeza, pero con el espíritu volando por las alturas y convirtiendo al credo a las cabezas menos informadas sobre el tema.

La desinformación es evidente. El DL 978 no prevé la mera eliminación de las exoneraciones tributarias que se aplicaron en la Ley 27037, mal llamada de Promoción de las Inversiones en la Amazonía (torpe remedo legislativo fujimorista para calmar las aguas derivadas de la protesta loretana contra los Acuerdos de Paz con el Ecuador), sino plantea mecanismos concretos para la sustitución progresiva de las exoneraciones por transferencias presupuestales directas a las regiones. Evidentemente, este medida tuvo el concurso de todas las actuales administraciones de gobierno regional. Incluso, en el caso loretano, el vicepresidente Norman Lewis ha indicado que como parte de este nuevo paquete se ha autorizado la transferencia inmediata de tres millones de soles para ser invertidos directamente en obras públicas a favor de la población.

El economista César Bedón en su blog “Economía Petrolera” hace precisiones muy importantes sobre el mal uso de las exoneraciones tributarias a los combustibles en regiones de selva. Además del contrabando, la corrupción y el enriquecimiento de algunos ilegales comerciantes y productores, las exoneraciones, según Bedón, no han traído reducción de los precios de estos combustibles. Hoy se comercializa ex refinería (sin impuestos), el Diesel 2 en Talara a 6.01, en Conchán a 6.10, pero en Iquitos a 6.76 y en Pucallpa a 7.43 S/./Gln. Además, según el censo 2005 del INEI, sólo el 0.8% de las familias de las Regiones en que se producirá la eliminación de las exoneraciones consumen Kerosene para cocinar. Esta exoneración no beneficiaría a la población, sino, como vemos, un monopolio de inescrupulosos.

En ese sentido, resultan risibles las declaraciones de un tal señor René Ramírez Puerta, presidente de un enésimo “Comité de Lucha por la Defensa de las Exoneraciones Tributarias”, de Yurimaguas, quien señala que “ este decreto vulnera toda posibilidad de desarrollo de la provincia (¿?). La pregunta cae por sí sola ¿cuál desarrollo se ha generado en Yurimaguas a la luz de las exoneraciones mercantilistas?. Evidentemente, las posibilidades de desarrollo sin las exoneraciones, gracias a la reinversión en infraestructura son mayores que las que las actuales condiciones presentan.

El Estado perderá el 2007 en exoneraciones más de 6,500 millones de soles. Las exoneraciones han elevado los costos tributarios y han reducido la recaudación; han distorsionado la asignación real de recursos otorgando rentabilidad artificial a negocios ineficientes e industrias no competitivas; han creado mercados negros y han propiciado situaciones de corrupción, elusión y evasión tributaria. En suma, no han servido para promover los fines específicos para los que fueron creadas.

Los cantos de sirena que ahora desde Yurimaguas claman por el inicio de una revuelta insensata, empezando por una perversa especulación de los productos con fines nada santos (eso de inflar los precios de los productos es criminal con el pueblo mismo), son deleznables. Más allá de lo que se pueda recaudar en exoneraciones, Alto Amazonas se está convirtiendo en una provincia modelo para Loreto de lo que puede hacer el Estado en apoyo real y concreto sin necesidad de subsidiar a unos cuantos sinvergüenzas que se aprovechan de la miseria. Si hablamos de inversión y desarrollo, dejemos que sea la verdadera fuerza de las regiones y no sigamos con esa nefasta tradición proteccionista de dar calmantes para el dolor y no atacarlo directamente.

3 comentarios:

Jinete de los medios dijo...

Podrías comentar como afecta esta nueva ley marco a las exoneraciones que establece la ley del libro.

Paco Bardales dijo...

JINETE: En realidad, ninguno de los decretos legislativos comentados en este artículo (los D.L. 977 y 978) afectan en modo directo a las exoneraciones de la ley del libro, porque aluden al régimen de exoneraciones de las regiones ama´zónicas peruanas. En todo caso, indirectamente el D.L. 977 establece el marco del nuevo procedimiento de exoneraciones de cualquier tipo que regirá a partir del presente sistema normativo; y entre ellas señala que las nuevas exoneraciones que se quieran aplicar necesitaran un diagnóstico exhaustivo de necesidad interdisciplinaria, además de la previa aprobación mediante informe del Ministerio de Economía y Finanzas. Estas exoneraciones tendrán un plazo máximo de 6 años, pudiendo sólo ser prorrogadas por 3 años más, de aucerdo a la verdadera necesidad justificante y documentada de dicha ampliación.

Saludos

César Bedón Rocha dijo...

Gracias estimado Paco por la referencia a mi comentario sobre las engañosas exoneraciones a los combustibles en la Amazonía.
Anteriormente (02/08/05), igualmente escribí sobre "La paridad de importación en Pucallpa"; el 15/11/05 "Pobreza generalizada con altas ventas de hidrocarburos" y el 24/09/06 acerca de "Electro Ucayali o la pérdida de visión solidaria" alertando sobre los nulos beneficios que significa la exoneración de impuestos a los combustibles y otros males que afectan a nuestra Amazonía.

En el caso de Yurimaguas la situación es igual de preocupante. Como las ventas en la Planta Petroperú Yurimaguas están exoneradas de impuestos, la empresa estatal vende el kerosene a 7.1071 S/Gln, mientras que en su Planta Tarapoto (sin exoneración) la vende a 6.5331 S/Gln. Este diferencial de 0.574 S/./Gln se convierte en 1.354 S/Gln cuando se trata del Diesel 2(en contra de Yurimaguas), pues en Tarapoto lo vende a 6.3289 y en Yurimaguas a 7.6829 S/Gln (pueden ver la web www.petroperu.com.pe).

¿No sería, por ejemplo, hora de reevaluar la conveniencia del proyecto poliducto Yurimaguas/Tarapoto?

Atentamente

Econ. César Bedón Rocha