12 marzo 2007

ROGER WATERS Y OTRA PARED LLAMADA SUNAT

¡Reforma tributaria ya! Resulta muy difícil, por no decir casi utópico, que artistas como Roger Waters lleguen al Perú. Es casi un pequeño milagro. La de hoy es una gran oportunidad de ver un artista símbolo, más o menos en vigencia, con un espectáculo impresionante, probablemente nunca antes visto por estos lares. Pero lo que muchos no se ponen a pensar es en el costo extraordinario y, más aún toda la carga tributaria y económica en general que debe soportar para concretar algún concierto importante.

El diario Correo ha mostrado el lado oscuro de la tributación. Según dicho diario, la respuesta a la preguntá de por qué no vienen artistas de la tallar de Rolling Stones, Madonna, U2, entre otros de dicho nivel está en la elevada carga tributaria que cobra el Estado por cada presentación. Es decir, además del ya elevado costo de pago que cobra el artista, y los gastos de acondicionamiento de equipo técnico y escenario (además de gastos como pasajes aéreos, visas, la carga, seguridad, transporte, hotel, viáticos, etc), el 45% son impuestos. Exacto, 45% sólo en cargas tributarias que encarecen enormemente el producto, pues reducen considerablmente el nivel de ganancia y, por ende, encarecen el espectáculo.

Juguemos con los números del concierto de Róger Waters en Lima. La entrada más barata el día de hoy (stand up) es S/.143 (unos 40 dólares, aproximadamente). A ese precio, el porcentaje de ganancia se le debe deducir el 19% para la Sunat, el 15% para la municipalidad y el 10% para APDAYC (por derechos de autor). En otras palabras, de esos 40 dólares,el empresario de Roger Waters entregará 17.6 correspondientes al pago de tributos (¿los 17.6 dólares que dejarías de pagar, acaso?). Adicionalmente se tiene que descontar el pago por expediente de declaratoria de certificación aprobado por el INC, el pago al Sindicato de Músicos, la autorización por fonogramas (o pistas) de la Asociación Nacional de Intérpretes y Ejecutantes y el pase intersindical otorgado por el Sindicato de Autores e Intérpretes del Perú.

Según Correo, es muy común que no siempre se logre un canje con auspiciadores porque no hay una ley que otorgue crédito fiscal en beneficio de ellos. De este modo, los eventuales precios cómodos son inalcanzables, y también los grandes monstruos de la música universal. Otro ladrillo en esta enorme pared de indiferencia del Estado respecto del arte y la cultura.

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