10 marzo 2007

ALEJANDRO SANZ: EL TREN DE LOS MOMENTOS EN PERÚ (CRONICA BÁSICA DE UN PRIMER CONCIERTO)

La Explanada del Estado Monumental de Lima se cubrió de luz exactamente a las 8.50 de la noche del viernes 9 de marzo. Con un sofisticado sistema de iluminación, pantallas gigantes (una enorme central fragmentada en tres menores; además de dos laterales al escenario y dos más en el centro del gran complejo), un enorme juego de sonido simuló estaciones ferroviarias, conversaciones, murmullos, ruido de vagones, chimeneas, y de pronto, la fanfarria: El Tren de los Momentos iniciaba su recorrido, teniendo como primera parada a la capital peruana. Y la locura fue total cuando apareció Alejandro Sanz en el ruedo, con chamarra de cuero negra, jeanes chorreados, zapatitos simples y una camisita blanca que no disimulaba el abultado vientre que ha creado en estos tiempos.

Guitarra en mano, con el telón de fondo de la espectacular puesta en escena y los competentes músicos que lo acompañarán en toda la gira, Sanz inició su concierto con la canción homónima del disco, El tren de los momentos, la cual inició la fiesta entre las 14 mil personas asistentes (el aforo máximo del complejo del distrito de Ate se cubrió en aproximadamente un 90%). Inmediatamente, inició una interacción impresionante con la gente, a la cual se la metió en el bolsillo fácilmente con comentarios sobre lo importante que había sido para él decidir Lima, "un lugar que siempre me trae buenos recuerdos", para iniciar su nuevo tour mundial, que se extenderá por los siguientes dos años en Latinoamérica, USA y Europa. Fueron constantes palabras y frases como "Lima" "limeña", "Perú" y "pisco sour". En un intermedio de la presentación, permitió una improvisación de su percusionista con el cajón peruano y en más de una ocasión se puso sobre los hombros una bandera nacional entregada por algún entusiasta de las primeras filas, que ahondó aún más la histeria de sus fans, que en mayoritario número femenino decretaron el imperio de sus voces y sus suspiros.

Sanz interpretó con gran registro vocal y un extraordinario dominio escénico canciones nuevas de El Tren de los momentos (Enséñame tus manos, Donde convergemos, En la planta de tus pies, La peleíta, Se lo dices tú). Además, sorprendió cantando cuatro canciones del disco anterior, entre ellos Labana, donde hace el famoso estribillo rumbero-político "cuenta, uno, cuenta dos, cuenta tres, cuenta cuatro que se va Fidel", además de Regálame la silla donde te esperé y Try to save your song. De lo antiguo, destacaron sin dudar un medley con Mi soledad y yo, La fuerza del corazón y Amiga mía, además de El alma al aire, Quisiera y Corazón Partí'o (coreado en masa y con particular devoción). Emocionantes particularmente fueron los momentos en que interpretó A la primera persona, con un sentimiento que erizaba la piel; simpáticos aquellos en que tocó algunas notas de Bulerías, solo en el escenario con una guitarra acústica y una silla. ¿Momento inolvidable? Sanz, otra vez solo al piano, jugando con el público con una canción inédita de amores sinvergüenzas y, luego, inmediatamente, con la luz baja, dejándose llevar por el coro de las catorce mil personas que, absortas e hipnotizadas, cantaban de memoria ¿Lo ves?

La noche no podía estar completa sin interpretar la que actualmente es la canción más popular del nuevo disco, Te lo agradezco, pero no, en la cual el registro vocal que sustituyó a Shakira, corrió por cuenta de una joven fanática llamada Ivanna Tejada (quien ganó el derecho de estar en escenario gracias a un particular concurso organizado por una radio limeña), que se lució con un espectacular vestido strecht negro que dejaba notar un rasgado aún más espectacular, parecido al que lució la diva colombiana en el videoclip promocional. Para ser francos, la muchacha no lo hizo nada mal y por momentos se robó completamente el show, dejando medio estático al cantautor, que apenas atinaba a rasgar la guitarra y sonreír (efectivamente, los nervios por este inicio, según propia confesión, le hicieron olvidar algunos pasitos ensayados previamente en el hotel). Finalmente, el concierto tuvo telón de fondo con No es lo mismo, y la promesa del español de volver, mientras aún sostenía una camiseta de la selección nacional de fútbol, todas las veces que le sean posibles al Perú. 11 p.m, exactamente. El escenario se oscureció y las salidas de la Explanada del Estadio Monumental se abrieron. La gente salió contenta y luminosa. Alejandro Sanz había cumplido con creces su primera prueba de fuego de esta nueva experiencia musical.

(Foto cortesía diario Perú21)

¡Vea a Alejandro Sanz cantando en vivo "A la primera persona" en su concierto de Lima!

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