El pueblo determino el veredicto. La música popular loretana estaba de duelo y despedía a su bailarina de ensueño con todos los honores y el cariño - fingido o natural - que se preveía. Mar de gente en las calles, transmisión en vivo y en directo, cordones de seguridad alrededor del cementerio, la consagración en todos los círculos sociales de un personaje (también la reivindicación) que en vida solo hubiera pasado como una chica más de las tantas que viven en Iquitos y anhelan un día ser parte del elenco de baile de la agrupación musical más popular de la Amazonía.
Un nuevo fenómeno de masas se ha mostrado con el entierro de Alice Vela Vela. El pueblo lo hizo (para bien o para mal).
En días previos al primer aniversario de la tragedia del grupo Néctar (un fenómeno musical popualr a escala nacional), Alice, la bailarina eterna de Explosión, paralizó Iquitos. La nota es de Darwin Paniagua, del diario Pro & Contra:
Por momentos nos contagio la profunda tristeza que expresaban sus familiares y llegamos a derramar algunas lagrimas. El dolor era inmenso pues había llegado el momento de decirle adiós, esta vez para siempre. Miles de fanáticos - aquellos caseritos del complejo CNI y ahora del Naval- la acompañaron en caranava desde su casa en la cuadra 14 de Calvo de Araujo hasta el local del Grupo Explosión
La aglomeración era tal, que se tuvieron que hacerse cordones humanos para permitir el ingreso del cortejo fúnebre hacia la calle Vargas Guerra donde se ubica el local del grupo musical Explosión. Esta vez, Alice Vela no iba a ensayar las coreografías con Lucho Pezo y sus compañeras. Iba, para recibir el cariño de quienes la vieron en su mejor momento, cuando irradiaba mucha vida, pasión, sensualidad, esa que causaba delirio entre los mortales que acudíamos a verla en el complejo.
“Ñañita no te vayas, quédate con nosotros”, fue lo mas desgarrador que alcanzamos a escuchar desde el costado del local de Explosión. Era su única hermana, Emma, quien se resistía a ver a su hermana metida en un ataúd, si hace apenas unos días conversaban de sus proyectos a futuro. Ya en el local de Explosión, Papo Torres tuvo la difícil tarea de expresar las condolencias a la familia y a todos los fanáticos. Decimos difícil tarea pues Papo era el encargado de presentar el baile de Alice en lo conciertos de Explosión, pero esta vez la bailarina de ensueño ya no estaba para eso.
El cortejo fúnebre recorrió también la cuadra 10 de Alfonso Ugarte, donde creció la contorneada bailarina. Luego la multitudinaria caravana se dirigió - al promediar las 11 de la mañana- hasta su última morada. Tomaron la avenida Túpac Amaru y se dirigieron por la avenida Guardia Civil hasta tomar la vía de Evitamiento para poder salir a la avenida Abelardo Quiñónez.
Omar Santos, David Núñez, Betina Alván, y otros cantantes de Explosión la acompañaron al cementerio Jardines del Edén. En el camposanto sus compañeros cantaron canciones del Grupo América, en especial “A llorar a otra parte” y “La falta que me haces”. Esas gustaban mucho a Alice Vela, a quien el señor ya la tiene en su gloria
Me han contado que desde ayer hay esporádicas manifestaciones de asistencia a la tumba de Alice para rezarle o dejarle algún pedido especial. La religiosidad tan impredecible de los nuevos tiempos ha empezado a generar sus frutos.
Un nuevo fenómeno de masas se ha mostrado con el entierro de Alice Vela Vela. El pueblo lo hizo (para bien o para mal).
En días previos al primer aniversario de la tragedia del grupo Néctar (un fenómeno musical popualr a escala nacional), Alice, la bailarina eterna de Explosión, paralizó Iquitos. La nota es de Darwin Paniagua, del diario Pro & Contra:
Por momentos nos contagio la profunda tristeza que expresaban sus familiares y llegamos a derramar algunas lagrimas. El dolor era inmenso pues había llegado el momento de decirle adiós, esta vez para siempre. Miles de fanáticos - aquellos caseritos del complejo CNI y ahora del Naval- la acompañaron en caranava desde su casa en la cuadra 14 de Calvo de Araujo hasta el local del Grupo Explosión
La aglomeración era tal, que se tuvieron que hacerse cordones humanos para permitir el ingreso del cortejo fúnebre hacia la calle Vargas Guerra donde se ubica el local del grupo musical Explosión. Esta vez, Alice Vela no iba a ensayar las coreografías con Lucho Pezo y sus compañeras. Iba, para recibir el cariño de quienes la vieron en su mejor momento, cuando irradiaba mucha vida, pasión, sensualidad, esa que causaba delirio entre los mortales que acudíamos a verla en el complejo.
“Ñañita no te vayas, quédate con nosotros”, fue lo mas desgarrador que alcanzamos a escuchar desde el costado del local de Explosión. Era su única hermana, Emma, quien se resistía a ver a su hermana metida en un ataúd, si hace apenas unos días conversaban de sus proyectos a futuro. Ya en el local de Explosión, Papo Torres tuvo la difícil tarea de expresar las condolencias a la familia y a todos los fanáticos. Decimos difícil tarea pues Papo era el encargado de presentar el baile de Alice en lo conciertos de Explosión, pero esta vez la bailarina de ensueño ya no estaba para eso.
El cortejo fúnebre recorrió también la cuadra 10 de Alfonso Ugarte, donde creció la contorneada bailarina. Luego la multitudinaria caravana se dirigió - al promediar las 11 de la mañana- hasta su última morada. Tomaron la avenida Túpac Amaru y se dirigieron por la avenida Guardia Civil hasta tomar la vía de Evitamiento para poder salir a la avenida Abelardo Quiñónez.
Omar Santos, David Núñez, Betina Alván, y otros cantantes de Explosión la acompañaron al cementerio Jardines del Edén. En el camposanto sus compañeros cantaron canciones del Grupo América, en especial “A llorar a otra parte” y “La falta que me haces”. Esas gustaban mucho a Alice Vela, a quien el señor ya la tiene en su gloria
Me han contado que desde ayer hay esporádicas manifestaciones de asistencia a la tumba de Alice para rezarle o dejarle algún pedido especial. La religiosidad tan impredecible de los nuevos tiempos ha empezado a generar sus frutos.
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