Los nuevos indicadores de la pobreza dados a conocer el día de hoy por el INEI señalan que el año 2006 afectó al 44,5% de la población del Perú, 4.2 puntos porcentuales menos que el año 2005. Aparentemente habríamos logrado disminuir los índices de carencia material. Sin embargo, las cifras son engañosas en comparación con la realidad.
Porque quienes han ganado más con la disminución han sido las ciudades y la costa. En el área urbana pasamos de 36,8% en el 2005 a 31,2% en el 2006. En el área rural es raquítica: de 70,9% a 69,3%.
Pero por regiones, la istuación sigue crítica. En la Sierra el porcentaje de pobres llega al 63,4% y en la Selva al 56,6%. En la Costa la incidencia es mucho menor (28,7%), lo cual expresa una enorma concentración de recursos y de proyectos a favor de los sectores más cercanos a Lima. En otras palabras, centralismo.
Además, Loreto es el departamento más pobre del oriente peruano, con un impresionante 66.3%. Los departamentos más pobres del Perú continúan siendo Huancavelica (88,7% de la población), Ayacucho (78,4%); Puno (76,3%), Apurímac (74,8%), Huanuco (74,6%) y Pasco, con niveles siderales.
De algún modo, las cifras reiteran que nos hemos quedado en cifras macroeconómicas, pero en cuyo verdadero valor sigue mostrando una terrible contradicción. Porque el calvo de cultivo de los problemas sociales está intecto. El exitoso modelo económico no chorrea para los más pobres del Perú.
Porque quienes han ganado más con la disminución han sido las ciudades y la costa. En el área urbana pasamos de 36,8% en el 2005 a 31,2% en el 2006. En el área rural es raquítica: de 70,9% a 69,3%.
Pero por regiones, la istuación sigue crítica. En la Sierra el porcentaje de pobres llega al 63,4% y en la Selva al 56,6%. En la Costa la incidencia es mucho menor (28,7%), lo cual expresa una enorma concentración de recursos y de proyectos a favor de los sectores más cercanos a Lima. En otras palabras, centralismo.
Además, Loreto es el departamento más pobre del oriente peruano, con un impresionante 66.3%. Los departamentos más pobres del Perú continúan siendo Huancavelica (88,7% de la población), Ayacucho (78,4%); Puno (76,3%), Apurímac (74,8%), Huanuco (74,6%) y Pasco, con niveles siderales.
De algún modo, las cifras reiteran que nos hemos quedado en cifras macroeconómicas, pero en cuyo verdadero valor sigue mostrando una terrible contradicción. Porque el calvo de cultivo de los problemas sociales está intecto. El exitoso modelo económico no chorrea para los más pobres del Perú.
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