Algunos indicios de cómo se comportará el electorado el 9 de abril frente a la cédula de sufragio están siendo mostrados. Uno de ellos, el más importante que arrojan las últimas encuestas, es que la valla del 4% como votación mínima a nivel nacional haría que, al parecer, sólo cuatro agrupaciones luchen palmo a palmo por uno de los tres cupos que Loreto tiene como circunscripción geográfica en el Parlamento. Estos son, en orden de posibilidades: Unión por el Perú, Unidad Nacional, Partido Aprista y Frente de Centro.
Las demás agrupaciones casi no tienen opción, salvo sorpresas de último momentos. Incluso movimientos regionales de arraigo como Fuerza Loretana (que apoya a Fuerza Democrática) y Nueva Amazonía (que apoya a Perú Ahora) se quedarían sin representación debido a la escasa aceptación que los partidos que apoya despiertan en todo el país. Norman Lewis se quedaría con los crespos hechos, a pesar de ser uno de los favorito de la ciudadanía (y como un héroe que los torpes jueces apristas se empeñaron en crear). Lo mismo sucede con el congresista Jorge Chávez Sibina, ya casi resignado a cargar el lastre que la poca simpatía que Luis Guerrero genera en el electorado (lamentable para un político que ha demostrado su eficacia individual y talento en la estrategia de este tipo de contiendas).
Respecto de las listas con posibilidades reales (y usando siempre el condicional, porque como dijo alguna vez el ex asesor del Fredemo, Mark Mallow Brown: “lo único predecible en el Perú es que nada es predecible”), creemos que cada una de ellas lograría, a lo sumo, un congresista por lista Las listas que tendrían mayor apoyo popular serían las de Unión por el Perú y Unidad Nacional. Inmediatamente le seguiría el APRA y cerca, pisándole los talones, el Frente de Centro de Valentín Paniagua, dispuesto a dar la sorpresa en la atropellada final.
En cuanto al posible elegido que el partido de Ollanta Humala lograría colocar en el Congreso, es casi seguro que será el vicepresidente regional Víctor Isla Rojas, quien tiene la ventaja del arrastre evidente que genera el comandante etno-nacionalista-populistoide-chavista y, además, el poco carisma y arraigo de sus otros compañeros de lista, sin contar con el apoyo incondicional del polémico pero efectivo Bloque Popular Amazónico.
En cuanto a Unidad Nacional, la cosa estaría más pareja, pues la probable victoria de Lourdes Flores mueva votos hacia sus candidatos parlamentarios. Pero, aunque la número uno de la lista (y quien debiera lograr su curul, si la lógica y la justicia funcionaran) es la empresaria Violeta Ramírez, no debemos subestimar la formidable astucia de un sobreviviente por excelencia como el cuestionado pero aún competitivo Carlos Montoya.
En el APRA, aunque nos cueste creer, quien mejor opción tiene, sin duda alguna es Augusto Vargas, tanto por el despliegue de fondos como por ser el número uno en el orden de posiciones. Quien hubiera podido generar arrastre y sintonía hubiera sido Clara Bustamante (ilegal y groseramente separada de la lista en una movida digna del sectarismo de dicho partido). Flor de María Rojas podría tener opción debido a que representa el voto yurimaguino, pero es difícil predecir que dicha avalancha, en caso sea masiva, no beneficie al partido (como sucedió con Acción Popular en 1990) o a un candidato específico (como sucedió en el 2001, con el actual congresista Jorge Mera).
Finalmente, el Frente de Centro, luego de la persistente caída de Paniagua en las preferencias electorales, ha visto mermada sus posibilidades, pese al enorme cariño que se le tiene aún a AP por estas tierras, más por nostalgia belaundista que por méritos propios. Sin embargo, en caso den la gran sorpresa electoral quien tendría mayores posibilidades sería Mario Peña Angulo. Nos atreveríamos a señalar que la juninense Carmen Goche tiene muy poca opción, pese a ser figura televisiva tanto por su inexperiencia política, pero, sobre todo, por el chauvinismo loretano, que suele preferir candidatos nacidos aquí (o muy arraigados en estas tierras, salvo fenómenos aluvionales como el caso del ancashino Carlos Almerí en la lista de Toledo, algo muy difícil que suceda esta vez).
Vistas las cosas y resumiendo, lo más probable es que nuestros próximos representantes parlamentarios, de mantenerse la tendencia de ahora, estén entre estos candidatos. Ahora, que nos gusten o no ó que nos lo merezcamos, ya es absolutamente otro cantar.
Pd1: Seguimos esperando que la justicia (la verdadera, no la que manejan jueces que son a la vez operadores políticos) libere al candidato Norman Lewis de los absurdos cargos por los que se encuentra en prisión. Y seguimos con nuestra campaña por su excarcelación
Pd2: Nuestra solidaridad con el periodista Oscar Olavarría por la cobarde y demencial agresión que sufrió por parte de alguien que cree que la violencia, el chantaje y la amenazan zanjan las diferencias ideológicas. La sociedad y los tribunales deben responder como se debe ante este tipo de hechos, cada vez más peligrosos y lamentables.
Las demás agrupaciones casi no tienen opción, salvo sorpresas de último momentos. Incluso movimientos regionales de arraigo como Fuerza Loretana (que apoya a Fuerza Democrática) y Nueva Amazonía (que apoya a Perú Ahora) se quedarían sin representación debido a la escasa aceptación que los partidos que apoya despiertan en todo el país. Norman Lewis se quedaría con los crespos hechos, a pesar de ser uno de los favorito de la ciudadanía (y como un héroe que los torpes jueces apristas se empeñaron en crear). Lo mismo sucede con el congresista Jorge Chávez Sibina, ya casi resignado a cargar el lastre que la poca simpatía que Luis Guerrero genera en el electorado (lamentable para un político que ha demostrado su eficacia individual y talento en la estrategia de este tipo de contiendas).
Respecto de las listas con posibilidades reales (y usando siempre el condicional, porque como dijo alguna vez el ex asesor del Fredemo, Mark Mallow Brown: “lo único predecible en el Perú es que nada es predecible”), creemos que cada una de ellas lograría, a lo sumo, un congresista por lista Las listas que tendrían mayor apoyo popular serían las de Unión por el Perú y Unidad Nacional. Inmediatamente le seguiría el APRA y cerca, pisándole los talones, el Frente de Centro de Valentín Paniagua, dispuesto a dar la sorpresa en la atropellada final.
En cuanto al posible elegido que el partido de Ollanta Humala lograría colocar en el Congreso, es casi seguro que será el vicepresidente regional Víctor Isla Rojas, quien tiene la ventaja del arrastre evidente que genera el comandante etno-nacionalista-populistoide-chavista y, además, el poco carisma y arraigo de sus otros compañeros de lista, sin contar con el apoyo incondicional del polémico pero efectivo Bloque Popular Amazónico.
En cuanto a Unidad Nacional, la cosa estaría más pareja, pues la probable victoria de Lourdes Flores mueva votos hacia sus candidatos parlamentarios. Pero, aunque la número uno de la lista (y quien debiera lograr su curul, si la lógica y la justicia funcionaran) es la empresaria Violeta Ramírez, no debemos subestimar la formidable astucia de un sobreviviente por excelencia como el cuestionado pero aún competitivo Carlos Montoya.
En el APRA, aunque nos cueste creer, quien mejor opción tiene, sin duda alguna es Augusto Vargas, tanto por el despliegue de fondos como por ser el número uno en el orden de posiciones. Quien hubiera podido generar arrastre y sintonía hubiera sido Clara Bustamante (ilegal y groseramente separada de la lista en una movida digna del sectarismo de dicho partido). Flor de María Rojas podría tener opción debido a que representa el voto yurimaguino, pero es difícil predecir que dicha avalancha, en caso sea masiva, no beneficie al partido (como sucedió con Acción Popular en 1990) o a un candidato específico (como sucedió en el 2001, con el actual congresista Jorge Mera).
Finalmente, el Frente de Centro, luego de la persistente caída de Paniagua en las preferencias electorales, ha visto mermada sus posibilidades, pese al enorme cariño que se le tiene aún a AP por estas tierras, más por nostalgia belaundista que por méritos propios. Sin embargo, en caso den la gran sorpresa electoral quien tendría mayores posibilidades sería Mario Peña Angulo. Nos atreveríamos a señalar que la juninense Carmen Goche tiene muy poca opción, pese a ser figura televisiva tanto por su inexperiencia política, pero, sobre todo, por el chauvinismo loretano, que suele preferir candidatos nacidos aquí (o muy arraigados en estas tierras, salvo fenómenos aluvionales como el caso del ancashino Carlos Almerí en la lista de Toledo, algo muy difícil que suceda esta vez).
Vistas las cosas y resumiendo, lo más probable es que nuestros próximos representantes parlamentarios, de mantenerse la tendencia de ahora, estén entre estos candidatos. Ahora, que nos gusten o no ó que nos lo merezcamos, ya es absolutamente otro cantar.
Pd1: Seguimos esperando que la justicia (la verdadera, no la que manejan jueces que son a la vez operadores políticos) libere al candidato Norman Lewis de los absurdos cargos por los que se encuentra en prisión. Y seguimos con nuestra campaña por su excarcelación
Pd2: Nuestra solidaridad con el periodista Oscar Olavarría por la cobarde y demencial agresión que sufrió por parte de alguien que cree que la violencia, el chantaje y la amenazan zanjan las diferencias ideológicas. La sociedad y los tribunales deben responder como se debe ante este tipo de hechos, cada vez más peligrosos y lamentables.
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