04 noviembre 2007

KALIENTE, CALIENTE

Las tardes de otoño en Santiago de Chile parecen ser menos aburridas últimamente desde que se ha propagado, como un reguero de pólvora, el nuevo fenómeno musical importado desde la selva peruana: Kaliente. Si hace un tiempo la enorme colonia nacional, integrada en sumo grado por trabajadoras domésticas y obreros de construcción, vibraba con el revival de Néctar y las sinuosas culebríticas del Grupo 5, ahora se dan sin reservas y con el mayor de los entusiasmos a la tormentosa historia hechiza que desparrama El Embrujo.



Claro, éste termina siendo aún un exceso de fin de semana, un gustillo de clases populares donde nuestros compatriotas han instalado sus fastos. “No se conocen esas cosas en Las Condes” me señala una amiga residente del barrio santiaguino A1 por excelencia, consciente de lo que dice. Yo le hago escuchar una canción del grupo de moda. Ella, no obstante, siente la tonada y deja escapar alguna complacencia rítmica mientras conduce su auto rumbo al centro comercial Apoquindo. “Lo buscaré después en Youtube ¿cachai?”

Claro, no necesitas mucho entrar al principal buscador de videos de la Internet para encontrar el sentido de la enorme popularidad de Kaliente. Aunque la Tigresa del Oriente es la iquiteña más conocida en el mundo entero y el Grupo Explosión (que ya parece caserito en La Isla del Paraíso del limeño distrito de San Miguel) tiene la ganada fama de aquél que más fans tiene dentro de nuestra ciudad, en realidad, Kaliente ha vuelto a poner de moda la palabra Iquitos en todos los segmentos sociales del país. Y esa fama, esa buena fama, tiene que ver con la alegría y con la enorme capacidad de tratar bien a los demás con solo hacer lo que siempre se hace por acá: es decir, divertirse y pasarla bien (entiéndanlo bien, de una vez, pues, Shaluco y Rafael Saavedra). El Embrujo no conoce de planes zanahoria y pamplinas allegadas. Solo de buena vibra y crecientes multitudes que los idolatran.

Kaliente es dueño de un rumor creciente: de lo bueno, poco. Porque, aunque no lo parezca, los más conocedores señalan que las mejores bailarinas del medio han salido de sus canteras y que sus exigentes músicos son tan buenos o, incluso, mejores (herejía total) que los de Explosión. Consideraciones aparte, algo deben tener estos muchachos capitaneados por el manager original y verdadero, Rubén Sara, para que, por ejemplo, el famoso cantante panameño Eddie Herrera haya comprado inmediatamente – a precio ganga - una canción suya que luego se convirtió en éxito internacional o que los divertidos y pendencieros Grupo 5 se hayan apropiado por un momento de algún mega hit e incluso se hayan promocionado como los dueños (ringtones y primeros lugares en los charts musicales) de aquél tema que ha puesto a bailar a los más pintados y ha conmovido a los más corazón-de-piedra.



Porque, señores, la fama de Kaliente no es solo del Youtube o de aquél grupo imitación que toca todos los fines de semana en el Agricobank. Se siente tanto en el Ares (y sus temas pueden ser parte de un download en Elizabeth, New Jersey o en la Conchinchina) como en las famosas movidas del cono norte limeño, en las semanas turísticas provincianas o en los más fichos locales de la alta burguesía (ver a todas esas regias y todos esos fashion levantando las manos y moviendo la cintura en Aura y Gótica con la música de Kaliente es un espectáculo realmente imperdible). Y el buen nombre charapa revienta los oídos y desata la alegría.

¿Hasta dónde podrá llegar la fama de Kaliente? Difícil saberlo, sobre todo en este negocio en que la fama puede ser tan evanescente como efímera. Sin embargo, algo es cierto: después de mucho tiempo, exactamente desde las épocas de Euforia de Ruth Karina y Ana Kholer, una agrupación musical loretana no había conquistado de modo tan amplio la atención de los peruanos. Y que, siendo de sangre caliente, también somos un territorio digno de conocer, explorar y sentir. Ahí tienen demasiadas demostraciones que el techo de la orquesta aún es alto. Y que su fama ya ha excedido los dominios de la Tierra del sol. Que su ubicación y recordación es caliente, sin duda. Que es un Hot Top cumbianbero y tropical. En suma, Kaliente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solo un Detalle Ruben Sara Regalo el tema a el panameño Eddie Herrera, No le vendio Nada y No hay que ser mezquinos con la nueva administracion de Kaliente, uno de los Motivos que no salia adelante Kaliente y eso lo sabemos todos Incluido sus musicos y usted que hace la NOTA Periodistica Tambien lo sabia es que ruben sara (con minuscula) estaba al mando de ese grupo. Ahora el GRUPO Kaliente esta vanzando y lo hace muy bien. FELICIDADES por eso muchachos de KALIENTE.