Tan sólo bastó mencionar el nombre del escritor Mario Vargas Llosa para que con una ligera sonrisa y con las manos juntas sobre la mesa, Celia Chong Vda. de Alarcón, recordara de inmediato las historias que su esposo Julio Alarcón le contara sobre su época estudiantil al interior de la Escuela Militar “Leoncio Prado”, donde compartió camarote con el ahora famoso escritor Mario Vargas Llosa, quienes luego de muchos años se convirtieron en grandes amigos, a tal punto que cada vez que Vargas Llosa llegaba a Iquitos, lo primero que hacía era visitar a su amigo Julio Alarcón, quien siempre le esperaba con un buen pescado ahumado.
Celia Chong contó que su esposo fue una de las personas que estuvo al lado de Mario Vargas Llosa la vez que vino a Iquitos a recaudar información para su novela “Pantaleón y las visitadoras”, tal como se puede ver en la fotografía que fue tomada en el ex puerto de la Plaza Castilla.
Una de las cosas que más recuerda, fue la vez que su esposo le preparó a Mario Vargas Llosa una torta con el escudo del Colegio Militar “Leoncio Prado”, para que celebre su cumpleaños en Iquitos, sin embargo como el escritor tenía que regresar, agarró la torta y se la llevó a Lima, donde al llegar dijo a los medios de comunicación que lo esperaban en el aeropuerto, que la torta que llevaba consigo le había regalado su amigo de Iquitos, “el chino” Alarcón.
El día del cumpleaños de Vargas Llosa, fue la última vez que estos dos grandes amigos estuvieron juntos, con su viaje al extranjero del escritor se perdió parte de la comunicación, a tal punto que el día que falleció el recordado Julio Alarcón, su esposa trató de comunicarse con Vargas Llosa para darle la mala noticia, pero esto fue imposible.
La viuda del “chino” Alarcón contó que uno de los últimos deseos de su esposo fue que el día que regrese su amigo Mario Vargas Llosa a Iquitos, ella y sus hijos, le entreguen un obsequio, el cual, desde la partida de don Julio Alarcón, fue guardado por la señora Celia, quien pacientemente esperó varios años para poder darle personalmente al amigo de su esposo, por lo que espera con muchas ansias reencontrarse con Mario Vargas Llosa y su esposa, para hacer realidad el deseo de su querido “gordo”.
Celia Chong contó que su esposo fue una de las personas que estuvo al lado de Mario Vargas Llosa la vez que vino a Iquitos a recaudar información para su novela “Pantaleón y las visitadoras”, tal como se puede ver en la fotografía que fue tomada en el ex puerto de la Plaza Castilla.
Una de las cosas que más recuerda, fue la vez que su esposo le preparó a Mario Vargas Llosa una torta con el escudo del Colegio Militar “Leoncio Prado”, para que celebre su cumpleaños en Iquitos, sin embargo como el escritor tenía que regresar, agarró la torta y se la llevó a Lima, donde al llegar dijo a los medios de comunicación que lo esperaban en el aeropuerto, que la torta que llevaba consigo le había regalado su amigo de Iquitos, “el chino” Alarcón.
El día del cumpleaños de Vargas Llosa, fue la última vez que estos dos grandes amigos estuvieron juntos, con su viaje al extranjero del escritor se perdió parte de la comunicación, a tal punto que el día que falleció el recordado Julio Alarcón, su esposa trató de comunicarse con Vargas Llosa para darle la mala noticia, pero esto fue imposible.
La viuda del “chino” Alarcón contó que uno de los últimos deseos de su esposo fue que el día que regrese su amigo Mario Vargas Llosa a Iquitos, ella y sus hijos, le entreguen un obsequio, el cual, desde la partida de don Julio Alarcón, fue guardado por la señora Celia, quien pacientemente esperó varios años para poder darle personalmente al amigo de su esposo, por lo que espera con muchas ansias reencontrarse con Mario Vargas Llosa y su esposa, para hacer realidad el deseo de su querido “gordo”.
Tomado de diario Pro&Contra
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