Nos sobran dos a tres grados centígrados más de calor. Nos falta un poco más de árboles en la ciudad. Nos sobran techos de calamina. Nos faltan carreteras que lleven hacia cualquier lugar. Nos faltan jardines. Nos sobran árboles talados. Nos falta sombra en las tardes calcinantes. Nos falta buen gusto para las construcciones y edificaciones estatales. Nos sobra ruido, motocarros de tubos de escape salvajes, microbuses contaminadores, equipos de sonido de miles de watts tomando las calles por asalto. Nos falta un espacio urbano donde se pueda disfrutar del paisaje, la tranquilidad, el sosiego. Nos sobra procesos de licitación, contratos irregulares, malversación de fondos y funcionarios ineptos. Nos falta políticos competentes, transparentes. Nos sobran plazas horribles. Nos falta buen gusto. Nos sobra cemento en las construcciones. Nos falta elementos estéticos y armoniosos en el ornato público. Nos sobra basura y desperdicios acumulados en las calles. Nos falta criterio para cuidar los patrimonios culturales. Nos sobra más harina a nuestras comidas. Nos falta beber más vino. Nos sobra demasiado elemento ahumado en nuestra alimentación. Nos falta beber más agua. Nos sobran cachivaches en nuestras despensas y alacenas. Nos falta agua potable decente. Nos sobran programas de televisión deplorables y patéticos en nuestros días. Nos sobra verborrea inútil. Nos falta tino y criterio profesional. Nos sobran gritos excesivos a nuestras peroratas. Nos falta un poco más de silencio. Nos falta un poquito más de inteligencia. Nos sobra mediocridad. Nos faltan mujeres decididas a todo. Nos sobran mujeres hermosas. Nos sobra machismo. Nos faltan momentos de igualdad de oportunidades. Nos sobran semillas de aguaje esparcidas. Nos faltan oportunidades laborales. Nos sobran pendejitos que dicen una cosa y luego hacen otra. Nos faltan compromisos de palabra. Nos sobran noticias sensacionalistas y tremebundas en los diarios. Nos faltan columnas de cine y música. Nos sobra gente que no distingue las palabras “haya”, “alla” y “ah, ya”. Nos faltan profesores con capacidad. Nos sobran niños que no saben leer, escribir o tienen una formación pedagógica inadecuada. Nos faltan universitarios que conozcan un poco más sobre cultura general. Nos sobran concursos universitarios de belleza. Nos faltan jóvenes que lean a Salinger. Nos sobran gacetilleros sin talento y con harta envidia en el alma y en la pluma. Nos falta leer historia amazónica. Nos sobra El Popular. Nos sobran libros de Orlando Casanova. Nos falta más poesía de Germán Lequerica. Nos sobran bares. Nos faltan librerías. Nos sobran iglesias. Nos faltan más Ferias del Libro. Nos sobran malas películas en la cartelera comercial. Nos faltan más producciones cinematográficas propias. Nos falta capacidad para aceptar las críticas buena onda. Nos sobra vocación por hablar, injustificadamente, de los demás. Nos sobran exposiciones apresuradas y mal hechas. Nos falta constancia. Nos sobra talento. Nos falta más huevos para invertir en cultura. Nos faltan autoridades con sensibilidad para el arte. Nos sobra Ejército. Nos faltan más capoeira. Nos sobran paros y huelgas por las puras. Nos falta más efectividad y productividad. Nos sobran seudo “periodistas”. Nos faltan más centros de salud adecuados y equipados. Nos sobra “imagen institucional”. Nos faltan tomógrafos, equipos de hemodiálisis, centros de quimioterapia. Nos sobran bidones de cerveza. Nos sobran paisajes como los del camino a Nauta. Nos falta visión para aprovecharlos sosteniblemente. Nos sobra perorata patriotera, xenófoba, chauvinista, discriminadora. Nos faltan mas chullachaquis, bufeos colorados, yacurunas y yaras caminando por nuestro costado. Nos sobran constructores cutreros. Nos falta más autonomía de la voluntad. Nos sobra cucufatería hipócrita y castrante. Nos falta decencia. Nos sobra gente que se alucina “fashion”. Nos falta humildad. Nos sobran restaurantes deliciosos, de calidad superlativa. Nos falta empeño en transformar eso en producto de marca certificada, decidido a competir con el extranjero. Nos sobra “raje”. Nos faltan discusiones inspiradas sobre la realidad global. Nos sobra VIH. Nos falta más sexo seguro. Nos sobran insultos cojudos contra los vecinos territoriales. Nos falta conciencia ecológica. Nos sobra depredación. Nos falta cultura de paz. Nos sobra tiempo para preocuparnos por los dilemas de la selección de fútbol. Nos falta grandeza para aceptar que hay deportes que ahora tienen mucha mayor dignidad como el tenis, el surf y las artes marciales. Nos falta sentir más y preocuparse menos de la vida privada de los demás. Nos sobra represión. Nos falta cultura democrática. Nos sobran chambonadas. Nos falta más emoción, más pasión y más racionalidad. Nos sobran lecciones de paporretas e iluminados que no calificarían en un concurso de educación primaria. Nos faltan más referentes con los cuales compararse. Nos sobra autobombo. Nos falta una mirada real y no fingida a la realidad. Nos sobra frivolidad. Nos falta a menudo amor. Nos sobra un corazón lo suficientemente grande y vivo como para intentar albergarlo más de lo que uno se pudiera imaginar. Nos sobra la noche. Nos faltan las horas. Nos sobran ciudades. Nos falta un verdadero hogar. Nos falta....nos falta...
26 noviembre 2007
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1 comentario:
No me faltan palabras para decirle la inspiración que me ha causado pero no me sobra el tiempo como para escribirlas. Chapeaux. =)
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