21 junio 2007

SODA-RECUERDOS


¿Qué me hace recordar cuando escucho alguna canción de Soda Stereo? A ver...



- La primera fiesta con cerveza (escondida), función de matinée, después de una clase de educación física, en la casa del Loco Mesía, celebrando sus venerables 10 años con rock de avanzada (Los Prisioneros, Orquesta Mondragón, Indochina, Hombres G, El Último de la Fila) y la acerada voz de Cerati cantando ¿Por qué no puede ser del jet set?

- Las clases de Educación por el Arte, con el profe Alberto Valdivia y las actuaciones especiales que nos tocaba realizar, con la imperante necesidad de los más avezados de mostrar que eran duros, imitando los disfuerzos de yo, caminaré entre las piedras, hasta sentir el temblor en mis piernas. A veces teníamos temor, a veces (aún) vergüenza.

- Las tardes de sábado, sintonizando Radio Tigre, la gente esperando una nueva edición de los Geniotigres, la conducción de Charly Nájar, un sabroso entremés de paciencia con Nada, nada personal oh oh oh.



- Una mañana en que sentí que la política y el Perú eran una mierda, un zafarrancho sin remedio, palpando como desaforado todos los surcos del que para mí sigue siendo el mejor disco de Soda; Canción Animal. Nadie está libre de descubrir, de modo traumático, su lado menos humano.

- El día que murieron Manuel, el Chino García y los dos Carlos, una noche de año nuevo de 1993, fin del colegio. Lluvia total, golpe inimaginable, sintiendo una necesidad urgente por recorrer los surcos del disco más dark del grupo, el Dynamo: la Luna Roja sobre el mar negro/ es peligrosa/ es peligrosa/ es peligrosa/ y te hace mortal.



- La noche anterior antes de viajar por un largo tiempo a Estados Unidos, desde el parlante de alguna combi en Jesús María: me verás volver por la ciudad de la furia/ donde nadie sabe de mí / y yo soy parte de todo.

- El día después de la resaca en San Miguel, el huevo, las tijereteadas sobre mi pelo trinchudo e imperfecto, las felicitaciones y las lecciones de nueva etapa que me sermonearon cuando ingresé a la universidad: ella usó mi cabeza como un revolver/ e incendió mi conciencia con sus demonios.

- El Parque Kennedy, con humedad y frío, esperando a alguien que nunca llegaba (que nunca iba a llegar), la única sinfonía de un carro último modelo vomitando a todo volumen: es difícil de creer, creo que nunca lo podré saber/ solo aquí yo te veré/ a través de mi Persiana Americana.



- El retorno a la ciudad innombrable, bailando con los ojos cerrados, sin que importe nada ni nadie, sobre el centro de la pista de baile del Noa, las inmortales notas del anatómico Zoom.

- Cada vez que siento nostalgia y pongo mi Soda-canción favorita: No quiero soñar mil veces las mismas cosas y contemplarlas sabiamente/ quiero que me trates suavemente.

- Cuando esperaba, como millones de personas, otra vez, el retorno: De aquél amor de música ligera/ nada nos libra/ nada más queda.



El milagro se ha hecho ahora realidad, después de diez años. Los veré volver, Soda.

(Gracias totales)

1 comentario:

El Trimardito dijo...

Lo que recuerdo de la primera canción de soda estereo es una mega rumba en la isla de Margarita, Venezuela.

Saludos!!