La diosa mayor de la intrandescendencia del showbuzz en su momento más dramático, todo debidamente televisado en vivo y en directo y con respectivo video colgado en Youtube.
Por lo menos, Paris Hilton, con su llanto justificado (sus idas y vueltas a prisión son vergonzosas para el sistema penitenciario estadounidense) y con todo lo demás, mal actriz, insoportable socialité, escandalosa, bocona, gritona, calabacita, nos ha hecho olvidar aún algunas cosas peores que pasan en el mundo (como Fujimori, la depredación de los bosques amazónicos y la falta de plata). Al menos ella no le ha hecho daño a nadie (creo)...
Anyway; nunca te mueras, Trash Queen.
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