30 junio 2008

VOCABULARIO PARA HABLAR CON EL CHINO

Por: Lando

Después de apreciar los cruces de miradas (propósitos, intenciones y... *pensamientos*) entre Vladimiro Montesinos y el presidente Fujimori – que es como Vlad Von le llamó durante todo el show montado el día de hoy, y ante la evidente debilidad – miedo - de los fiscalizadores. Y sin intentar ahondar en precisos temas de inteligencia (en donde nos reservamos el derecho de silencio por la seguridad del planeta) y de política, en donde no dudarían - por la preservación de la galaxia – fulminar el globo terráqueo con un solo rayo de la estrella de la muerte del Emperador Palpatino y Darth Vader, me atrevo a presentar el texto publicado en 1993 por el escritor humorista JUAN SAAVEDRA ANDALUZ (1940), en su libro EL AVE ZETA DEL HUMOR. Por favor, no lo tomen en serio... en serio. En aquella oportunidad añade a su obra el SEGMENTO CHINO, que como el dice, no es otra cosa que definiciones ingeniosas rebuscadas en el habla de Fujimori, (a quien todo el mundo le dice chino, aún sabiendo que es tan japonés como el belenino Macuyama o el punchanino Ojanama).


EL PESCADOR CHINO
Por: Juan Saavedra Andáluz.

Los peces son formas poéticas con escamas a colores y movimientos métricos, como los japoneses son chinos de cualquier país.

Tal vez por eso, pescar es una antiquísima afición de los pueblos orientales de ojos oblicuos, especialmente de los hijos del Celeste Imperio (que Mao Tse Tung lo volvió rojo) del que se desprendió, hace muchos siglos, el Japón, cuyos ojos rasgados de sus súbditos se asocian fácilmente a nociones de paciencia, sabiduría y arte.

El Japón se fundó en un proceso legendario; una familia real china disidente partió al destierro y navegó por el mar hasta encontrar el archipiélago donde sentaron sus reales. Eran los tiempos, del Emperador Tpi Tpi Tling Y su esposa la emperatriz Ma May Tsu de Tpi Tpi Tling.

No fue fácil para los chinos disidentes convertirse en japoneses. Lo hicieron poco a poco, engordando unos, achicándose otros, escribiendo en chino, pero hablando en japonés, hasta que por fin moldearon su nación.

Pero eso sí, siguieron siendo buenos pescadores.

Al principio, en las islas rocosas donde se establecieron, sólo encontraron «lanas» ese animar sartando con boca grande, de las que preparaban excelentes caldos y guisados. Como llevaron al destierro algunas semillas y animales domésticos, pronto tuvieron algo más que “lanas” para comer, como gallinas, cabras de ojos rasgados, palomas mensajeras, etc. Y empezaron su desarrollo como nación.

El primer símbolo de la nueva patria lo descubrieron casualmente cuando una de las hijas recolectaba huevos de gallina, Nomira Honda, dejó caer uno de ellos rompiéndose en medio de un trapo blanco. Así hizo su aparición en la Historia la bandera del Sol Naciente.

Miles de años después invadieron a sus parientes lejanos, los chinos, a quienes dominaron un corto periodo. Pero el pueblo japonés es progresista y no se contenta con lo que tiene. De manera que, para avanzar más rápidamente, declararon la guerra a los Estados Unidos y lograron, después de la rendición, que todo el dinero norteamericano vaya al Japón. ¡Que tales financistas...! ¿o pescadores de capitales? o, como dicen los chinos, todo fue ¿cuetión suete?

Bueno, pero ahí no termina la historia. Quisieron progresar más, así que decidieron pescar la presidencia del Perú, con apoyo del APRA y los comunistas y lo lograron. Expertos manipuladores del sedal y la carnada, lanzaron su anzuelo de trabajo, honradez y tecnología y pescaron un cardumen de electores.

Desde entonces somos testigos de la pericia oriental en materia de pesca. Cuando era candidato, el pescador chino, pescó una intoxicación al comer bacalao en estado muy parecido al del poder judicial, antes del 5 de abril. Ya de presidente, pescó a los mejores técnicos y con ellos inició la pesca de popularidad haciendo reformas liberales, pescando evasores de impuestos. Y en los predios internacionales pescó al FMI, al BID, al BM y a todo aquel «pez» que quisiera hacer buenos negocios con el Perú. Ulteriormente pescó de sorpresa la simpatía del pueblo ecuatoriano, al presidente Rodrigo Borja y a su Congreso Nacional, con una propuesta diplomática. Un poco después, pescó entre gallos y medianoche al Congreso Nacional en el Perú, ensartándolo en el anzuelo del gobierno de reconstrucción nacional. Y siguió pescando, más adelante en el Poder Judicial, donde los magistrados perdieron hasta la última escama, quedándose con: una mala espina. Finalmente, se supo que últimamente la afición oriental se trasladó hasta la zona reservada del Pacaya-Samiria, donde todo el mundo pesca a río revuelto.

Cuando esta noticia llegó a oídos de quienes: defienden a capa, espada y dólares la ecología y el derecho de las tribus nativas, rápidamente elaboraron una estrategia para impedir que el pescador chino, mismo pelícano, siga depredando nuestra riqueza ictiológica de domingo a domingo. Para eso, aleccionaron a los nativos para que ellos y no otros, pongan freno a tan apocalíptico pescador.

Un día domingo, que se andaba emborracha... perdón, pescando quiero decir, (me equivoqué con Juan Charrasqueado) a la laguna le corrieron a avisar, cuídate presidente que por ahí te andan buscando, son los nativos no te vayan a matar.

Al contrario del corrido, el presidente tuvo tiempo de enrollar su caña de pescar, guardola cuidadosamente y esperar al escuadrón de antropófagos con una sonrisa al “polo”, es decir, bien helada, muy característico entre los orientales. Cuando los tuvo a tiro de lengua, habló el zaratustra chino:

-¿¡Cómo puere esa tribu nativa interrumpe pesca!?

-Venimos a decirle que usted no poder pescar en zona reservada. Ser nuestra. Aquí vivir años gran Jefe Urcututo Bizco, hijo del gran Dios Inuma Ahuma.

La respuesta de los caníbales conservacionistas no modificó el impertérrito sentido de la vida del pescador chino, que replicó a su vez, esbozando otra sonrisa gélida:

-Bien hizo una reverencia a su interlocutor, reconozco sus derechos inmemoriales a pescar en esta reserva. pero, ¿puere con su permiso pescar un ratito? todavía me falta un cocodrilo y un tiburón de cocha.

Nosotros-dijo el come gente, tener mucho gusto en dar permiso a presidente. Pero poner condición: nosotros ayudar. ¿Ser bueno?

-Con mucho gusto. Pasen a rancha, por favor.

Y así, una vez más, el terrible pescador chino hizo otra magnífica pesca: una tribu de antropófagos, radicados en la Reserva del Pacaya-Samiria, con brujo incluido.

Ah y no faltaba más: esta vez sin carnada.

FIN


SEGMENTO CHINO

LAGO: Camino extenso que recorre el chino para llegar a su casa.

MASATO: Chino hambriento, pidiendo que le sirvan abundante comida.

MALICIO: imprecación infernal; un chino lanzando una anatema.

ATENAS: Instrumentos metálicos de uso chino para captar nítidamente señales de radio o televisión.

ACEQUIAS: Funerales del pobre chino.

BALATA: Cosa de poco precio, casi sin valor para el chino.

BALITA: Arma rudimentaria que usa el chino para caza menor o en competencias deportivas. Constan de un arco y flechas.

SILICIO: Orden que da el chino de manera enérgica para que callen los demás.

SELENITA: El chino haciendo referencia a una niña que guarda la calme.

MULO: Deficiencia oral del chino que no le permite articular palabra alguna.

LOLITA: Periquita de corta edad. Mascota del chino.

MELOSO: Chino tímido, asustadizo, cobarde.

CABO: Chino proxeneta, tratante de blancas.

MALEADO: Chino borracho, en estado de ebriedad.

MENTECATO: Veinticinco chinos menos uno.

A PALACIO: Chino perdido que acaban de encontrar.

CACAO: Niño chino que acaba de zurrarse.

LIBANO: Parte del padre nuestro chino, en que se pide a Dios librarnos de los pecados y demás males.

LOBO: Chino cometiendo un latrocinio. Acción de apoderarse de cosas ajenas.

SIAMES: El chino bancario indicando a su cliente que el pagaré se vence en 30 días.

TOLOMEO: Chino ebrio contando a sus amigos que a donde va se mea.

MALECÓN: Chino homosexual.

TALADO: Herramienta provista de una broca para perforar.

TELON: Pedazo de tierra consistente, dura.

SALMON: cristo chino hablando a sus seguidores en la montaña.

LAPO: Chino amenazando al hijo malcriado con cortarle el pelo al ras.

MICADO: Especie de mazamorra que toman los niños chinos pobres.

MALACA: Instrumento musical hecho de calabazas que toca el chino.

CULATA: Mujer china desnuda, sin un trapo.

MENOS: Se refiere el chino a la calidad moral de sus paisanos. Generosos, de buenos sentimientos.

CALAMINA: Desgracia, incendio en la casa o muerte de un pariente cercano.

CELO: Altura, loma, parte alta de cualquier terreno.

FOSIL: Arma compuesta por una culata, sistema de percusión y cañón, recámara para alojar el proyectil.

CABAYELO: Chino, pico en mano, en el polo norte.

LADO: Un chino con agudo complejo de perro, haciendo escándalo.

MI MASON: Chino elogiando e informando acerca de su palacio.

METE: Chino filosofando acerca del fin de la existencia humana.

LAYA: Sucesión de puntos con los que el chino traza figuras geométricas.

MAL: Para los chinos, porción de agua del planeta Tierra.

BALADA: Violento choque de la nave del chino contra un banco de arena en el río, del que no puede salir sin ayuda.

PENSAR: Acto de aprisionar un objeto, valiéndose el chino de un equipo o herramienta mecánica.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ese presidente chinito mucho jore, mucho jore, hasta re la calcel.