07 enero 2008

PLAN ZANAHORIA: FRACASO TOTAL

A estas alturas del nuevo año, nadie puede negar que la aplicación del famoso Plan Zanahoria en Iquitos es un total y absoluto fracaso.



Estos días que he andado por la ciudad, me he descubierto que la opinión pública y gran parte de quienes tienen poder de decisión a través de los cargos fiscalizadores y medios de comunicación habían hecho retroceder al alcalde de Maynas, Salomón Abensur, en su intento aplicar durante estas fiestas de Navidad, Año Nuevo y aniversario iquiteño el Plancito este, burda copia de otra realidad (solo válido para el centro de la ciudad, no para los demás distritos), que se ha querido adecuar con a sus propios intereses (bastante menos nobles de lo que ha señalado en varias oportunidades, a juzgar por versiones que he ido recopilando y que hablan de coordinaciones previas para "conversar" de un modo bastante heterodoxo y más, diríamos así, "flexible").

Si mientras los días viernes para sábado y sábado para domingo la aplicación del Plan Zanahoria se iniciaba a partir de las 3 a.m (de domingo a jueves, este empezaba en el distrito de Iquitos a las medianoche) en estos días de no aplicación, la gente ha salido hasta las últimas consecuencias. Para las fiestas de Año Nuevo, se podía ver a los locales nocturnos, discotecas, complejos y afines con una nutrida cantidad de gente hasta 8-9 de la mañana del día siguiente. Lo mismo ha sucedido este fin de semana, donde las 6-7 a.m. era hora usual en la que los consumidores salían de sus centros de diversión. La represión cucufata, mercantilista y medio maloliente en realidad solo había generado una suerte de olla a presión que en cualquier momento le iba a soltar la tapa en la cara a quien fuera.

Y es que el Plan Zanahoria no ha logrado ninguno de los objetivos para los que fue planificada. Y, más bien, cada vez ha tomado más el rostro de una venganza dirigida desde la alcaldía y su gerencia general contra aquellos que no han querido "amoldarse" a sus exigencias. Pero mientras algunos, de buena fe quizás, creían que este Plancito iba a mejorar su calidad de vida, lo que al final se dieron cuenta es que los problemas estructurales están allí y no se van a solucionar con aplicarles capas de barnices. Y la protesta fue evidente (aún con excesos lamentables y repudiables) y la opinión cada vez más fuerte (lo interesante es que desde los blogs, por ejemplo, Ramiro e Isaac,así como Jaime Vásquez, hayan disparado las mejores críticas contra un despropósito evidente). Y, como en todo monstruo, se llegan a desvirtuar algunos propósitos, como la prepotencia y la corrupción, encarnados en el ex Jefe de Serenazgo, Alfredo Carrasco, encargado de mantener la moral y las buenas costumbres y tuvo que ser separado del cargo porque hacía lo mismo que los demás a quienes atacaba y denostaba y ponía papeletas y notificaba multas. Lo más triste es que por ejemplo, el día de la presentación de IQT Remixes en La Parranda, esperó que se fuera el presidente regional, Iván Vásquez, para notificar con una multa de 1,500 soles al local. Patético.

El famosito Plan Zanahoria, en suma, no ha hecho nada para el bien de Iquitos (quizás solo para los grifos IP - generosos contribuyentes de la campaña electoral del alcalde - ,en especial el de la avenida La Marina, donde la gente chupa y fuma a 10 metros de tanques y reservorios de gasolina altamente peligrosos). Y se ha mostrado que sin excesos de ningún tipo, la ciudadanía ha festejado con estilo particular sus festividades. Ya debería pensarse en una eliminación total y absoluta de este corsé inútil en la autodeterminación de las personas (a las que quieren tratar como si fuéramos niños o débiles mentales), que igual se divierten en todas partes (si no, pregunten al hijo del Alcalde, que fue ampayado por una cámara chupando en un bailódromo más allá de la hora establecida por la medida de su papi).

No hay comentarios.: