Inicio. Son las 6 a.m. del miércoles 30. He intentado despertarme tranquilo, sereno moreno, manejando la situación. Pero, a quién engaño, no he podido dormir muy bien. He tenido un ojo abierto espiando el techo, la almohada, la pared que me sostiene, la luz de la batería de la lap top que a veces parpadea. Todo es falso, incluso esa mañana pálida, tenue que se cuela por la ventana. Siento desasosiego. Siento ansiedad.
Sucede que hoy, miércoles 30, mientras el mundo se cae a pedazos, mientras Juaneco y su combo se reune en espectacular concierto de reencuentro, espero a alguien que me ha prometido que me va a conseguir la entrada anhelada, el pase libre que me lleve al gran espacio privilegiado de la explanada del Estadio Monumental. "No te preocupes, yo te consigo la ubicación VIP, te hago pasar como prensa, te procuro, te prometo, te juro, charapita/de-la-selva-su-blogstar". Eso me ha dicho hace más de una semana. Ayer, desesperado, le llamé. El celular estaba apagado. "Deje su mensaje". Dudé. Pensé decirle "Hola, te habla el charapita a quien prometiste felicidad eterna y aún sigo esperando tu generoso obsequio. Mi precaria situación económica no me permite ni siquiera tomar un taxi, sin embargo tu proverbial solidaridad hará que me salve del oprobio de la soledad, once again. Combativo saludo para vos". Pero me hueveé, me pareció demasiado pretencioso, demasiado suplicante, demasiado cojudo. Además, hasta esperar que se me prenda el foco ya era demasiado para el alma (y la recarga virtual Movistar).
Recién despierto (o completamente insomne), me puse a hacer dibujos en el papel. Luego, atrapado por no sé qué extraño designio, garabateé nombres, frases, puntuaciones.Eran canciones. Eran álbumes. Todos de Miguel Bosé. Todos que han tenido un papel importante en mi pequeña cultura musical. Puse el reproductor de Windows Media, estaban todas - o casi todas -. O las más importantes. Y todas daban una idea de lo que había pasado por muchos momentos de la vida.
Intermezzo.Imaginé lo que sería una recopilación de greatest hits de Bosé. Hecho por un fan. Por alguien que se ha escuchado todos sus discos y sus canciones (o casi todas, que no es poco decir). Por alguien que le tiene cariño y admiración. Que lo considera genuinamente uno de los artistas más completos que actualmente dominan la escena pop de habla hispana. Debían ser 13 (muy a mi pesar), y debían ser esenciales. Las hice, y me di cuenta que el resultado salió inefable.
Así empecé, todo el día.
Estas son mis 13 canciones fundamentales de Bosé (que me gustaría escucharlas en un concierto):
No hay un corazón que valga la pena. Cuando te abandonas a la búsqueda, a veces puedes tener estos resultados."No hay un corazón que valga la pena, no hay un puto corazón en toda esta tierra que dé descanso y no haga preguntas, olvídalo".Si esto no es un mensaje directo al cerebro, que te aguijonea como un reproche insoportable, como un disparo de resentimiento y frustración, entonces, yo no sé nada de la vida. la escuché por primera vez el 2002, y nunca más se fue de mi lista de canciones predilectas.
Nada particular. No siempre las cosas son como uno quieren que sea. A veces necesito un chorro de impulso y motivación, y siempre acudo a esta canción. Una invitación hacia el final del viaje. Una pedida de mano con la libertad extremista y extrema. Pero un canto de esperanza. La conocí el 2000. Y la volví a descubrir el año pasado con el Papito. Creo que la presencia de Juanes en ella (en la nueva versión) le da un toquecito dulzón pero agradable. Y creo, también, que a veces las cosas no tienen ese sabor especial que queremos darle. Piña pe´, pa' la próxima...
El Ilusionista. Año 2004. La primera ocación que vi el por vos muero en un puesto ambulante de Jesús María, lo compré. Cinco lucrecias. El primer track te ciega por completo. Era esta, una mega canción que me cayó directamente desde el cielo. Estaba decidiendo si me dedicaba en serio a escribir. Luego de escucharla, muchos de mis dudas fueron aclaradas. No sé por qué muchos no la conocen o no les gusta. La busqué en todos los servidores y no me dieron respuesta. De puro asado fui a buscar mi disco Por vos muero, me copié la canción y la subí por el goear.com. Tiene sinfonía, tiene pasión, tiene un aroma de melancolía y un silencio doliente que eriza la piel. "El ilusionista entro en su vida la entrada, metió su risa en la chistera, la hizo desaparecer". (Si tienes dificultades de escucharla, ve a este link)
Sereno. Sereno, moreno. Canción de entraña salvaje. Idea de la lucha contra la voluntad. Panfleto contra la locura de seguir sintiendo aquello que nos duele. Aunque es contradictorio por el título. "Moriré callando o perderé la memoria". El álbum homónimo no es el mismo sin esta canción.
Sevilla. Demasiado heavy. Recién la conocí completa el año 2006, pero todos dicen que es un clásico de Bosé. Tienen toda la razón, porque es un muestra de amor desmesurado y una extraña/bizarra forma de querer algo sin tener que decirlo directamente. Sevilla, la gran ciudad española, es un pretexto para decir muchas verdades "como una reina te trataré y te embrujaré, Sevilla". La fanfarria final de la versión hecha especialmente para Papito (con música de marcha pueblerina, de procesión) es simplemente notable. Me hizo recordar varias cosas de mi infancia pueblerina en mi ciudad pueblerina.
No encuentro un momento pa' olvidar. 1995. "Fue tanto, tanto, tanto amor,que no encuentro un momento pa' olvidar". ¿Necesito más palabras para describir una de las cumbres musicales de Bosé? Ni hablar del video, uno de los más polémicos (y auténticos) de su carrera.
Amante bandido. El Amante Bandido es Bosé. Nadie que no lo haya escuchado ha sentido en su debido momento que le pertenece. Que lo define. Y que lo sigue,como un autoadhesivo, donde quiera que vaya. Es una canción de orgullo, autoafirmación, de fiesta, de diversión y de cojones. La escuchas siempre en los pubs caletones, en las discos de ambiente, en las radios con amor por la "ñ", en los discos de vinilo de tus viejos, en las fiestas de señoras, en los tonos alternativos con sabor heterodoxo. Le escuchas y piensas en liberación, en Alaska, en luces multicolores girando sobre tu cabeza, mientras sigues dándole sin parar en medio de la pista de baile. Mucha noche para menos de cinco minutos.
Morir de amor. Le gusta mucho a un conocido periodista que es mi amigo. También le gusta mucho a un conocido administrador hotelero que es mi reciente amigo. Le gusta a mis viejos. Le gusta a la mujer más bonita de la tierra. Desde que tengo uso de razón, la he escuchado. Y con cada tiempo que pasa, siento que la canción se convierte en un núcleo indestructible, adquiriendo una solidez que solo lo añejo logra en los buenos licores. "Morir de amor, y no tener que decir un nombre al viento". Pasen la galleta de soda, por favor. Mis venas la esperan.
Olvídame tú. Con la sinfonía del Por vos muero, la cosa simplemente toma cualquier rumbo. Dime que no. Dime que sí. Ódiame, jódeme, cágame la vida si es posible, pero no me olvides. Por favor.Que tu savia es mía, solo mía. Que es una pena ignorarlo y dejarlo perdido. Que algo tan apasionado, para bien o para mal, no puede dejarse de lado así nomás. "Olvídame tú que yo no puedo dejar de quererte, por mucho que lo intente, no puedo, amor".
Te amaré. Quedan pocas dudas ya sobre el extraordinario valor de esta canción. Es posiblemente la que todos escogerían si quisieran dedicarle, de modo simple, hasta cursilón, con quien quieren pasar el resto de sus vidas (o lo que duren) un poco de compañía. "Con tu mala ortografía y tu no saber qué hacer, con defectos y manías, te amaré". Dios, cómo pasa el tiempo.
Amiga. Para ti, chiquilla. Desde siempre, desde las épocas en que la radio se escuchaba a la hora que caía el anochecer, escondido, o oscuritas, grabando cada imagen que te decía la letra. Qué dulce esa palabra, suena hoy. Y el universo sigue siendo una huevada ante lo que te di, mi casa, tu palacio y tu guarida. Imprescindible.
Celeste amor. Demasiado Velvetina (disco fundamental). Creo que hay mucho dentro de esta canción que la hace vital para cualquier cosa de lo que haya hecho hasta el momento. Pudo haber sido inspiradora de la parte final de IQT (Remixes). Pudo haber sido por tanto tiempo el nick del MSN (cuando aún lo usaba). Pudo haber sido tu nombre. Celeste amor es una canción tan buena que la puedo escuchar incesantemente, con un video aún mejor (plagado de blancos opresivos y mucha ausencia). En medio de ella, una frase que me sigue persiguiendo (casi imaginariamente), como letanía: "Dicen que la soledad es no tener/no tener a nadie a quien volver".
Sucede que hoy, miércoles 30, mientras el mundo se cae a pedazos, mientras Juaneco y su combo se reune en espectacular concierto de reencuentro, espero a alguien que me ha prometido que me va a conseguir la entrada anhelada, el pase libre que me lleve al gran espacio privilegiado de la explanada del Estadio Monumental. "No te preocupes, yo te consigo la ubicación VIP, te hago pasar como prensa, te procuro, te prometo, te juro, charapita/de-la-selva-su-blogstar". Eso me ha dicho hace más de una semana. Ayer, desesperado, le llamé. El celular estaba apagado. "Deje su mensaje". Dudé. Pensé decirle "Hola, te habla el charapita a quien prometiste felicidad eterna y aún sigo esperando tu generoso obsequio. Mi precaria situación económica no me permite ni siquiera tomar un taxi, sin embargo tu proverbial solidaridad hará que me salve del oprobio de la soledad, once again. Combativo saludo para vos". Pero me hueveé, me pareció demasiado pretencioso, demasiado suplicante, demasiado cojudo. Además, hasta esperar que se me prenda el foco ya era demasiado para el alma (y la recarga virtual Movistar).
Recién despierto (o completamente insomne), me puse a hacer dibujos en el papel. Luego, atrapado por no sé qué extraño designio, garabateé nombres, frases, puntuaciones.Eran canciones. Eran álbumes. Todos de Miguel Bosé. Todos que han tenido un papel importante en mi pequeña cultura musical. Puse el reproductor de Windows Media, estaban todas - o casi todas -. O las más importantes. Y todas daban una idea de lo que había pasado por muchos momentos de la vida.
Intermezzo.Imaginé lo que sería una recopilación de greatest hits de Bosé. Hecho por un fan. Por alguien que se ha escuchado todos sus discos y sus canciones (o casi todas, que no es poco decir). Por alguien que le tiene cariño y admiración. Que lo considera genuinamente uno de los artistas más completos que actualmente dominan la escena pop de habla hispana. Debían ser 13 (muy a mi pesar), y debían ser esenciales. Las hice, y me di cuenta que el resultado salió inefable.
Así empecé, todo el día.
Estas son mis 13 canciones fundamentales de Bosé (que me gustaría escucharlas en un concierto):
No hay un corazón que valga la pena. Cuando te abandonas a la búsqueda, a veces puedes tener estos resultados."No hay un corazón que valga la pena, no hay un puto corazón en toda esta tierra que dé descanso y no haga preguntas, olvídalo".Si esto no es un mensaje directo al cerebro, que te aguijonea como un reproche insoportable, como un disparo de resentimiento y frustración, entonces, yo no sé nada de la vida. la escuché por primera vez el 2002, y nunca más se fue de mi lista de canciones predilectas.
Nada particular. No siempre las cosas son como uno quieren que sea. A veces necesito un chorro de impulso y motivación, y siempre acudo a esta canción. Una invitación hacia el final del viaje. Una pedida de mano con la libertad extremista y extrema. Pero un canto de esperanza. La conocí el 2000. Y la volví a descubrir el año pasado con el Papito. Creo que la presencia de Juanes en ella (en la nueva versión) le da un toquecito dulzón pero agradable. Y creo, también, que a veces las cosas no tienen ese sabor especial que queremos darle. Piña pe´, pa' la próxima...
El Ilusionista. Año 2004. La primera ocación que vi el por vos muero en un puesto ambulante de Jesús María, lo compré. Cinco lucrecias. El primer track te ciega por completo. Era esta, una mega canción que me cayó directamente desde el cielo. Estaba decidiendo si me dedicaba en serio a escribir. Luego de escucharla, muchos de mis dudas fueron aclaradas. No sé por qué muchos no la conocen o no les gusta. La busqué en todos los servidores y no me dieron respuesta. De puro asado fui a buscar mi disco Por vos muero, me copié la canción y la subí por el goear.com. Tiene sinfonía, tiene pasión, tiene un aroma de melancolía y un silencio doliente que eriza la piel. "El ilusionista entro en su vida la entrada, metió su risa en la chistera, la hizo desaparecer". (Si tienes dificultades de escucharla, ve a este link)
Sereno. Sereno, moreno. Canción de entraña salvaje. Idea de la lucha contra la voluntad. Panfleto contra la locura de seguir sintiendo aquello que nos duele. Aunque es contradictorio por el título. "Moriré callando o perderé la memoria". El álbum homónimo no es el mismo sin esta canción.
Sevilla. Demasiado heavy. Recién la conocí completa el año 2006, pero todos dicen que es un clásico de Bosé. Tienen toda la razón, porque es un muestra de amor desmesurado y una extraña/bizarra forma de querer algo sin tener que decirlo directamente. Sevilla, la gran ciudad española, es un pretexto para decir muchas verdades "como una reina te trataré y te embrujaré, Sevilla". La fanfarria final de la versión hecha especialmente para Papito (con música de marcha pueblerina, de procesión) es simplemente notable. Me hizo recordar varias cosas de mi infancia pueblerina en mi ciudad pueblerina.
No encuentro un momento pa' olvidar. 1995. "Fue tanto, tanto, tanto amor,que no encuentro un momento pa' olvidar". ¿Necesito más palabras para describir una de las cumbres musicales de Bosé? Ni hablar del video, uno de los más polémicos (y auténticos) de su carrera.
Amante bandido. El Amante Bandido es Bosé. Nadie que no lo haya escuchado ha sentido en su debido momento que le pertenece. Que lo define. Y que lo sigue,como un autoadhesivo, donde quiera que vaya. Es una canción de orgullo, autoafirmación, de fiesta, de diversión y de cojones. La escuchas siempre en los pubs caletones, en las discos de ambiente, en las radios con amor por la "ñ", en los discos de vinilo de tus viejos, en las fiestas de señoras, en los tonos alternativos con sabor heterodoxo. Le escuchas y piensas en liberación, en Alaska, en luces multicolores girando sobre tu cabeza, mientras sigues dándole sin parar en medio de la pista de baile. Mucha noche para menos de cinco minutos.
Morir de amor. Le gusta mucho a un conocido periodista que es mi amigo. También le gusta mucho a un conocido administrador hotelero que es mi reciente amigo. Le gusta a mis viejos. Le gusta a la mujer más bonita de la tierra. Desde que tengo uso de razón, la he escuchado. Y con cada tiempo que pasa, siento que la canción se convierte en un núcleo indestructible, adquiriendo una solidez que solo lo añejo logra en los buenos licores. "Morir de amor, y no tener que decir un nombre al viento". Pasen la galleta de soda, por favor. Mis venas la esperan.
Olvídame tú. Con la sinfonía del Por vos muero, la cosa simplemente toma cualquier rumbo. Dime que no. Dime que sí. Ódiame, jódeme, cágame la vida si es posible, pero no me olvides. Por favor.Que tu savia es mía, solo mía. Que es una pena ignorarlo y dejarlo perdido. Que algo tan apasionado, para bien o para mal, no puede dejarse de lado así nomás. "Olvídame tú que yo no puedo dejar de quererte, por mucho que lo intente, no puedo, amor".
Te amaré. Quedan pocas dudas ya sobre el extraordinario valor de esta canción. Es posiblemente la que todos escogerían si quisieran dedicarle, de modo simple, hasta cursilón, con quien quieren pasar el resto de sus vidas (o lo que duren) un poco de compañía. "Con tu mala ortografía y tu no saber qué hacer, con defectos y manías, te amaré". Dios, cómo pasa el tiempo.
Amiga. Para ti, chiquilla. Desde siempre, desde las épocas en que la radio se escuchaba a la hora que caía el anochecer, escondido, o oscuritas, grabando cada imagen que te decía la letra. Qué dulce esa palabra, suena hoy. Y el universo sigue siendo una huevada ante lo que te di, mi casa, tu palacio y tu guarida. Imprescindible.
Celeste amor. Demasiado Velvetina (disco fundamental). Creo que hay mucho dentro de esta canción que la hace vital para cualquier cosa de lo que haya hecho hasta el momento. Pudo haber sido inspiradora de la parte final de IQT (Remixes). Pudo haber sido por tanto tiempo el nick del MSN (cuando aún lo usaba). Pudo haber sido tu nombre. Celeste amor es una canción tan buena que la puedo escuchar incesantemente, con un video aún mejor (plagado de blancos opresivos y mucha ausencia). En medio de ella, una frase que me sigue persiguiendo (casi imaginariamente), como letanía: "Dicen que la soledad es no tener/no tener a nadie a quien volver".
Si tú no vuelves. La mejor canción de Miguel Bosé, según mi modesta opinión. Emblema del mejor disco de Bosé (Bajo el signo de Caín), según mi modesta opinión. Esa melodía levemente celta, ese fraseo susurrante, esa letra mágica, ("si tu no vuelves, mi voluntad se hará pequeña/ me quedaré aquí junto a mi perro espiando horizontes" y esa dulce regresión a la semilla, a tiempos mejores. Silbo esa tonadita cada vez que me siento bien. Canto esa canción cada vez que tengo ganas de llorar (y me doy cuenta que no tengo más lágrimas para hacerlo). Tarareo su intenso lirismo cuando necesito un momento para revisitarme y constatar que estoy vivo (todavía). Para vivir, mañana. Para vivir, todo lo que se pueda.
Colofón.- Son las 7 p.m. del miércoles 30 de abril. En una hora exacta se llevará a cabo el concierto. "Deje su mensaje después de la señal" es la consigna en mi frustrado intento de obtener un "hola, no lo pude lograr". La noche es fuerte. Me han dicho que solo existen entradas a partir de 200 lucas, reviso mis bolsillos, no tengo para el taxi, no tengo para el choripan. No tengo nada. Y no tengo ticket de ingreso. Desesperado, empiezo a pensar aceleradamente, y en un momento dado supongo que habré terminado de escribir esto. El reloj sigue su curso inexorable. Agarro mi casaca y voy a correr hacia la calle. Supongo que antes de dejarlos, habré tomado la combi más próxima que me dejase en el Monumental de Ate. Hay mucho tráfico. Hace frío, siento calor, me pica la cabeza. Las luces son brillantes. Busco la ruta más rápida. No falta casi nada. Los revendedores ya casi no existen. Ya casi no hay entradas. Vuelvo a llamar por el celular. En la esquina, se empieza a abrir un dique de luz. La multitud ruge. El tiempo se acaba. Corro hacia el estadio. Busco el milagro. Una enorme portezuela se cierra. Yo ya estoy envuelto dentro del torbellino...
3 comentarios:
yo me quedo con:
Te amaré, te amaré
porque fuiste algo importante... je, esa me gusta más!! a quien no?
yo me quedo con:
Te amaré, te amaré
porque fuiste algo importante..je! esa me gusta más!!, a uien no??
Hola, somos muchos los que amamos a esta gran persona, a este gran artista!!! Si quieres visita mi Blog, no soy periodista, o sea que lo que hago es recopilar información y ponerla todo en un mismo lugar, juntita, para que no haya que ir de aquí para allá... obviamente que seguimos de aquí para allá navegando y buscando mas cosas, por eso te he encontrado. Me gustó mucho lo que has escrito, espero tener algun dia la misma inspiracion!!!
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