(Foto:Medio Pasaje)
"La conocí hace años cuando ella compartía casa con otra amiga arequipeña y era estudiante de literatura de la Universidad Católica. Algunos colegas la recuerdan como una excelente jefe de práctica e incluso añoran su belleza que se distinguía por su cabello y cierta simpatía. A Chichi le gustaba la literatura y se sentía perfectamente seducida por autores como Alfredo Bryce. Posteriormente leí algunos de sus textos en Caretas, como la entrevista al General Salinas Sedó desde la cárcel que ella, rompiendo con las medidas de seguridad de la recién estrenada dictadura, consiguió. Una vez le hice una entrevista, a mediados de los 90, a propósito del estreno de su programa de televisión, nos tomamos un café y me pareció amable.
¿Qué sucedió con la antigua muchacha que tenía ansias de triunfo y afanes de periodista?, ¿es la televisión y el supuesto éxito mediático un Rey Midas del cinismo, del descaro y la soberbia? Ahora Cecilia Valenzuela no sólo exhibe un estilo insuflado de añagazas, de altanería y arrogancia sino que se considera —con verdadera fe, además— como la absoluta dueña de la verdad, lanzando frases hechas convertidas en clichés para el recuerdo, “verdades duras” que pretenden convencer a los sectores D y E con el mismo estilo que los gamonales arequipeños utilizaban para convencerse a sí mismo de su bondad: asumiendo que el otro, el pongo o el televidente, es un ser que debe de ser tutelado y encaminado por la vida. "Lee el post completo en el blog de Rocío y también en su habitual columna de La República.
1 comentario:
Jovencito ya se en que andas pero avísame si podrás estar con nosotros, no me vas a fallar o si???, bueno si lo haces avisa no? Je.
PD: no seas tacaño llama ya!. Kiss kis
Publicar un comentario