Más vale tarde que nunca, sobre todo porque empezamos a encontrar los síntomas del más extraviado autoritarismo gubernamental con referencia a las protestas vinculadas con los pueblos originarios amazónicos. No he comentado sobre política (incluyendo la que afecta la región loretana) hace bastante tiempo, pero el asunto lo amerita.
Para entender un poco la protesta amazónica y lo que se evidencia en el paquete legislativo que el aprismo busca imponer (y, afortunadamente, han sido derogados en la Comisión de Pueblos Indígenas, Amazónicos y Afroperuanos del Congreso, habría que atender la infografía que trae La República.
Al respecto, y ante el movimiento que se ha creado a través de la causa amazónica, sería bueno leer también el diagnóstico de Caretas.
Al respecto, me parece pertinente trazar un breve esbozo de reflexiones personales lanzadas al aire sobre el tema:
1.- Me parece penoso que el gobierno crea que la demanda amazónica contra sus medidas legislativas es producto del desconocimiento y la ignorancia. Aunque es cierto que gran parte de la población desconoce varios de los detalles (que no tendría por qué conocer, pues esa es tarea de especialistas) el fondo del asunto es muy claro. Y el tema, más que de técnica, es un asunto de ideologías. La ideología común del amazónico choca frontalmente con la visión de desarrollo que el nuevo conservadurismo alanista pretende imponer (para bien o para mal). Eso de acusar a todos de no saber nada es una suerte de pataleta déspota mezclada con no poca necedad.
2.- No hay nada peor que creer que detrás del movimiento existe solamente un ánimo desestabilizador. De hecho, en los días previos de discusión han participado organizaciones muy serias y muy representativas que han planteado propuestas, las cuales, obivamente, el gobierno no ha tenido en cuenta, las ha tomado por agua tibia o simplemente les ha desdeñado. ¿Esperaba Alan que le hicieran barras cuando sacaba sus medidas sin consultar con la amazonía, amparados en una tira de técnocratas ignorantes de la realidad selvática? Dios, cada vez que converso o leo a estos tipos me parecen más pérdidos que nunca en sus cifras y en sus cursitos MBA, pero sin pisar los pies en la tierra. Disculpen, MBA boys, no soy de los que repudia la tecnocracia y el academicismo, pero siento que ustedes necesitan, en verdad, conocer un poco más -mucho más - de esta región si quieren decidir su futuro.
3.- El gobiernismo ha achacado todos los males amazónicos a una mano negra que mueve los hilos del poder. Si bien, como ya hemos visto, eso no es una verdad implacable, sí es cierto que hay elementos que permiten indicar ello. La lucha política es bastante evidente, por un lado, desde los corífeos del gobierno y por otro lado de la asonada humalista-chavista que, evidentemente, busca llevar agua para sus propios molinos. Caretas ha indicado que existen demasiados elementos coincidentes que coordinan las declaraciones de Humala, los pronunciamientos de izquierdistas como Javier Diez Canseco, la actuación del sector extremista de la GGTP y el SUTEP y los movimientos tan calculados de congresistas como José Maslucán o Víctor Isla (nuestro buen negociante de hectáreas de tierra virgen,convertido ahora en incendiario del bosque). Tampoco seamos tan ingenuos.
4.- Preocupa que Antonio Brack, un tipo que ha trabajado tanto tiempo con las organizaciones ambientalistas y con ciertos grupos indígenas, no haya entendido cabalmente el mensaje que le ha sido entregado al gobierno. Esta no es solo una lucha por demandas justas. Este también es un movimiento político, que busca generar resultados mayores de los que en principio se esperaban. Brack, ha sid enviado por el gobierno para pisar el palito, para quemarse y, disciplinadamente, como borrego, ha preferido sacrificarse y asumir el portazo de las organizaciones amazónicas en ese tanto y pulseo al que le sometió Alan García y Jorge Del Castillo. Brack es un tipo inteligente y de buenas intenciones, pero su posición está totalmente debilitada, tanto como vocero gobiernista como autoridad ministerial. 3 meses pueden servir para el aprendizaje. Sin fondos y con un gobierno al cual solo le importa su poder central (con un ministerio casi impuesto por las circunstancias, sin fondos y sin atribuciones). La renuncia es ahora el único gesto digno de Brack
5.- Asusta que el gobierno aprista intente reprimir la protesta y las fuerzas reaccionarias desaten una cacería de brujas a partir del movimiento. Incluso, han llegado al extremo de plantear la expulsión del cura ambientalista Paul Mc Auley, por indeseable y por ser sindicado presuntamente como instigador del movimiento indígena contra el gobierno. Soberana idiotez. Mc Auley ha sido un constante defensor de las causas de los pueblos orignarios y de la defensa del medio ambiente en Loreto, pero sobre todo, más allá de las discrepancias ideológicas que uno pueda tener con sus puntos de vista, nadie puede negarle honestidad y decencia en la defensa de los mismos. Hay que tener en claro cuando se defienden ideas y cuando se hace subversión (algo que los apristas, a lo largo de su historia, conocen bastante bien). "Expulsarlo" equivaldría a una clarísimo acto antidemocrático y una persecución de ideas.
Link: Ver más en El Utero de Marita, Desde el tercer piso y El Morsa
Para entender un poco la protesta amazónica y lo que se evidencia en el paquete legislativo que el aprismo busca imponer (y, afortunadamente, han sido derogados en la Comisión de Pueblos Indígenas, Amazónicos y Afroperuanos del Congreso, habría que atender la infografía que trae La República.
Al respecto, y ante el movimiento que se ha creado a través de la causa amazónica, sería bueno leer también el diagnóstico de Caretas.
Al respecto, me parece pertinente trazar un breve esbozo de reflexiones personales lanzadas al aire sobre el tema:
1.- Me parece penoso que el gobierno crea que la demanda amazónica contra sus medidas legislativas es producto del desconocimiento y la ignorancia. Aunque es cierto que gran parte de la población desconoce varios de los detalles (que no tendría por qué conocer, pues esa es tarea de especialistas) el fondo del asunto es muy claro. Y el tema, más que de técnica, es un asunto de ideologías. La ideología común del amazónico choca frontalmente con la visión de desarrollo que el nuevo conservadurismo alanista pretende imponer (para bien o para mal). Eso de acusar a todos de no saber nada es una suerte de pataleta déspota mezclada con no poca necedad.
2.- No hay nada peor que creer que detrás del movimiento existe solamente un ánimo desestabilizador. De hecho, en los días previos de discusión han participado organizaciones muy serias y muy representativas que han planteado propuestas, las cuales, obivamente, el gobierno no ha tenido en cuenta, las ha tomado por agua tibia o simplemente les ha desdeñado. ¿Esperaba Alan que le hicieran barras cuando sacaba sus medidas sin consultar con la amazonía, amparados en una tira de técnocratas ignorantes de la realidad selvática? Dios, cada vez que converso o leo a estos tipos me parecen más pérdidos que nunca en sus cifras y en sus cursitos MBA, pero sin pisar los pies en la tierra. Disculpen, MBA boys, no soy de los que repudia la tecnocracia y el academicismo, pero siento que ustedes necesitan, en verdad, conocer un poco más -mucho más - de esta región si quieren decidir su futuro.
3.- El gobiernismo ha achacado todos los males amazónicos a una mano negra que mueve los hilos del poder. Si bien, como ya hemos visto, eso no es una verdad implacable, sí es cierto que hay elementos que permiten indicar ello. La lucha política es bastante evidente, por un lado, desde los corífeos del gobierno y por otro lado de la asonada humalista-chavista que, evidentemente, busca llevar agua para sus propios molinos. Caretas ha indicado que existen demasiados elementos coincidentes que coordinan las declaraciones de Humala, los pronunciamientos de izquierdistas como Javier Diez Canseco, la actuación del sector extremista de la GGTP y el SUTEP y los movimientos tan calculados de congresistas como José Maslucán o Víctor Isla (nuestro buen negociante de hectáreas de tierra virgen,convertido ahora en incendiario del bosque). Tampoco seamos tan ingenuos.
4.- Preocupa que Antonio Brack, un tipo que ha trabajado tanto tiempo con las organizaciones ambientalistas y con ciertos grupos indígenas, no haya entendido cabalmente el mensaje que le ha sido entregado al gobierno. Esta no es solo una lucha por demandas justas. Este también es un movimiento político, que busca generar resultados mayores de los que en principio se esperaban. Brack, ha sid enviado por el gobierno para pisar el palito, para quemarse y, disciplinadamente, como borrego, ha preferido sacrificarse y asumir el portazo de las organizaciones amazónicas en ese tanto y pulseo al que le sometió Alan García y Jorge Del Castillo. Brack es un tipo inteligente y de buenas intenciones, pero su posición está totalmente debilitada, tanto como vocero gobiernista como autoridad ministerial. 3 meses pueden servir para el aprendizaje. Sin fondos y con un gobierno al cual solo le importa su poder central (con un ministerio casi impuesto por las circunstancias, sin fondos y sin atribuciones). La renuncia es ahora el único gesto digno de Brack
5.- Asusta que el gobierno aprista intente reprimir la protesta y las fuerzas reaccionarias desaten una cacería de brujas a partir del movimiento. Incluso, han llegado al extremo de plantear la expulsión del cura ambientalista Paul Mc Auley, por indeseable y por ser sindicado presuntamente como instigador del movimiento indígena contra el gobierno. Soberana idiotez. Mc Auley ha sido un constante defensor de las causas de los pueblos orignarios y de la defensa del medio ambiente en Loreto, pero sobre todo, más allá de las discrepancias ideológicas que uno pueda tener con sus puntos de vista, nadie puede negarle honestidad y decencia en la defensa de los mismos. Hay que tener en claro cuando se defienden ideas y cuando se hace subversión (algo que los apristas, a lo largo de su historia, conocen bastante bien). "Expulsarlo" equivaldría a una clarísimo acto antidemocrático y una persecución de ideas.
Link: Ver más en El Utero de Marita, Desde el tercer piso y El Morsa
1 comentario:
Paco:
Es muy acertado tu comentario. Lo que habría que agregar es que (una vez más) las instituciones amazónicas que tienen mucho que decir sobre este tema ya que tienen valiosos investigadores de nuestra realidad como el IIAP, las Universidades, el CAAAP y otros, prefieren el silencio (cómplice) y, lo que es peor, la indiferencia.
Tenemos que exigir que de una vez por todas nuestras instituciones de gobierno como el ejecutivo, el legislativo, los Gobiernos Regionales y municipalidades, convoquen a los intelectuales, pensadores e investigadores para que puedan entender mejor los diversos temas sensibles (y endémicos) que, precisamente por su no entendimiento se cometen este tipo de arbitrariedades e imposiciones virreynales.
Gino Ceccarelli.
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